jueves, 30 de septiembre de 2010


JERONIMO GRACIAN DE LA MADRE DE DIOS
EL HEREDERO EXILIADO

AUTOR: José Alberto Pedra ocds

PRESENTACION

Con mucho gusto presento este libro sobre el P. Jerónimo Gracián de la Madre de Dios, insigne carmelita descalzo, discípulo predilecto de Santa Teresa de Jesús y dinámico colaborador de ella en la refundación del Carmelo, en la España del siglo XVI.

Al leer el libro no pude menos que comprobar aquello que la misma Santa Teresa solía decir: “la verdad padece, pero no perece”. La persona del P. Jerónimo Gracián, incomprendida e injustamente perseguida por los superiores de su tiempo, aparece en toda su grandeza en esta biografía, clara y al alcance de todos. Estoy seguro de que en un futuro próximo será plenamente revalorizada.

El Centro de la Orden de los Carmelitas Teresianos, que represento como Superior General, rehabilitó recientemente al P. Jerónimo Gracián y aceptó también la introducción de su causa de beatificación y canonización.

Esta biografía escrita por José Alberto Pedra, Presidente del Carmelo Seglar de Curitiba, Brasil, contribuirá, sin duda, a dar a conocer esta grande figura del Carmelo. En la lectura de estas páginas se va descubriendo su itinerario humano y espiritual: familia, educación, estudios, ingreso en la Orden, los grandes servicios que prestó a su familia religiosa, la predilección que Santa Teresa tuvo por él, las incomprensiones y persecuciones que tuvo que sufrir, sus sufrimientos, su espiritualidad profunda y evangélica, sus escritos.

Como Superior General del Carmelo Teresiano recomiendo la lectura de este libro, ágil y agradable. La historia es la maestra de la vida y mucho nos enseña en la vida de las grandes figuras que dejaron huella en la época en que vivieron y que continúan presentes en sus enseñanzas y en sus escritos. El P. Jerónimo Gracián es una de esas figuras. A principios del tercer milenio, su vida evangélica podrá servir de estímulo a muchos cristianos, en particular a los miembros de la familia del Carmelo Teresiano para vivir comprometidos con el proyecto de Dios y para enfrentar desde la fe los desafíos de nuestra época.

Roma, Año Nuevo 2003

Fr. Camilo Maccise, OCD
teólogo Carmelita, padre Carmelita Descalzo

miércoles, 15 de septiembre de 2010

El Heredero Exiliado


Se trata de una biografia escrita en portugués por un carmelita seglar brasileño y traducida al español Fray Luis David Perez ocd. Esta muy buena. No esta publicada en español, solo en portugués.

En esta nota publicamos el Prólogo escrito por el Padre Fr. Ildefonso Moriones.

En las notas siguientes, iremos compartiendo capitulo a capitulo, hasta terminar todo el libro, para Gloria de Dios y provecho de las almas.

PROLOGO

El padre Jerónimo Gracián de la Madre de Dios sigue vivo en la memoria de la Orden al cabo de cuatro siglos, y sigue suscitando admiración y deseos de imitar sus virtudes en quienes tienen la fortuna de encontrarse con él.

El caso del Prof. José Alberto Pedra no es una excepción. Pero lo va a ser, en cierto sentido, el resultado de tal encuentro. Y es que, cuando tuve noticia de su reacción entusiasta, le propuse inmediatamente que la plasmara por escrito para poderla compartir.

Precisamente porque Alberto es profesor universitario y sabe de seriedad científica, como lo ha demostrado en otros escritos suyos ("Edith Stein: uma santa em Auschwithz", por ejemplo), reaccionó disculpándose, pues en el conocimiento de la historia de la Orden se sentía todavía un "novato".

En ello veo precisamente la mejor llave de lectura para este libro. Los "novatos", sobre todo cuando no están "contaminados" por los hechos directamente, suelen ver lo que les sorprende, lo nuevo, pues examinan con menos vicios y prejuicios los hechos históricos y, por este camino, invitan a los "especialistas" a mirar con más atención hacia algo que quizá se les pasó desapercibido."

A quienes no habían oído hablar del padre Gracián, José Alberto les indica, con el entusiasmo del descubridor, la existencia de esta figura luminosa que sus contemporáneos consideraron "el lucero de Teresa". A quienes creíamos conocerlo... nos llama la atención y nos invita a recordar o a descubrir detalles que no habíamos advertido. Y a todos nos convida a no conformarnos con escuchar lo que él nos cuenta, sino a seguir profundizando en el conocimiento de la vida y virtudes del padre Jerónimo Gracián de la Madre de Dios, bebiendo en la fuente de sus escritos, comenzando por las Cartas y Peregrinación de Anastasio, espléndidamente editadas en su lengua original por el P. Juan Luis Astigarraga, en 1989 y 2001 respectivamente. Escritos que esperan traductores entusiastas como José Alberto Pedra para llegar a un círculo de lectores cada vez más amplio y seguir difundiendo la luz del mensaje teresiano para provecho espiritual de toda la Iglesia.

Fr. Ildefonso Moriones, OCD
Postulador General

viernes, 3 de septiembre de 2010

En las manos de Dios


Biografía del padre Gracián

No consiguiendo probar ninguna de las
acusaciones y calumnias, sus enemigos pasaron a
preparar su alejamiento de la península ibérica
(Portugal y España). Primero, le destinaron a
México. Pero cuando estaba preparando el viaje
para el Nuevo Mundo, las calumnias y acusaciones
contra él, contra las monjas descalzas y todos
aquellos que le tenían como guía, se volvieron
más intensas y maliciosas. Herido en sus
sentimientos más íntimos, decidió defenderse a sí
mismo y la obra teresiana que Doria y sus
seguidores estaban intentando destruir.
Infelizmente, no consiguió hacer que sus
perseguidores y detractores volvieran atrás. En su
declaración de defensa fue tan claro y concreto
en la descripción de los métodos mezquinos
utilizados por sus enemigos que, en vez de
asustarlos o detenerlos, provocó todavía más el
furor de sus enemigos haciendo que estos se
tornasen más duros y obstinados.
La orden de ir a México se suspendió. Pero esto
no significó una tregua; al contrario, fue un ataque
directo y demoledor el que iba a comenzar. Se
instauró un proceso formal contra el padre
Gracián (octubre de 1587) donde debería
responder a las acusaciones formuladas contra él.
Desde el primer “examen”, escapó con la ayuda
de numerosos testigos, favorables a él, hasta
llegando a proclamar su santidad. Los miembros
del “tribunal” deben haberse quedado atónitos y
llenos de pánico, pues no esperaban una defensa
tan brillante y tantas declaraciones a su favor. No
tuvieron otra salida sino andar con más cuidado y
prudencia en cuanto a un celo que no pasaba de
ser puro pretexto para dominar y apropiarse de
lo que no les pertenecía: el carisma teresiano.
Pero el orgullo y la codicia no van de acuerdo
con la prudencia y la caridad. No se consiguió
ninguna tregua. En determinada ocasión recibió
una amonestación respecto de algunas “faltas”;
inmediatamente recibe una intimación (15 de
marzo de 1588) para que se presente en Madrid
y responder, delante de sus superiores, para que
justifique su reincidencia en ciertos “errores” y
“faltas”. Rápidamente y con humildad atiende a
esta intimación; quizás pensaba que le darían una
oportunidad de explicarse. Pero la escena que
habían montado era otra: le niegan el derecho de
defensa, escrita o hablada, y le ordenan que viaje
inmediatamente para México.
Si el hombre propone, Dios dispone – nos dice
un refrán -, y así sucede en este caso. Estaba
Gracián preparándose para viajar a México
cuando llegan órdenes de las autoridades de
Portugal y España encargándole nuevas misiones
en tierras portuguesas. A esta orden le sigue
inmediatamente otra, del Nuncio en España, Don
César Speciano, prohibiendo que Gracián salga de
Portugal. Por el momento, Gracián estaba fuera
del alcance de Doria y sus seguidores
La permanencia de Gracián en Portugal puede
ser entendida como un periodo de tregua, pero
no de olvido y deseo de condenarle. Durante
este tiempo sus amigos y admiradores trataron
de juntar documentos y testigos abundantes para
demostrar tanto la inocencia del P. Gracián como
su vida ejemplar. Pero cuando el lobo se quiere
comer al cordero – como en la fábula de La
Fontaine – siempre encuentra una disculpa. De
poco sirvió esta enorme cantidad de hechos
favorables sobre la inocencia de Gracián. Aquellos
que trabajaban contra ella se hacían los sordos:
nada les convencía, era como si el acusado
(Gracián) ya estuviera condenado de antemano.
El éxito de sus actividades en Portugal,
reconocidas por las autoridades eclesiásticas y
civiles de aquel país, comenzando por Don
Teutonio de Braganza y por el Cardenal
Alberto, agitaba el ánimo persecutorio de los
dorianos. Gracián fue obligado a presentarse para
dar explicaciones, en Capítulo, dentro de la propia
comunidad lisboeta delante de religiosos
manipulados por los superiores de la Consulta.
Gracián estaba en Portugal hacía dos años. Su
licencia había llegado al fin. Ahora se encontraba
sin el apoyo de Don Teutonio de Braganza y del
Cardenal Alberto – ellos no podían interferir en
los asuntos de la Orden. Doria vio que este era el
momento oportuno e instauró contra él un
proceso regular. Ordenó que se presentase en
Madrid antes de 25 días. Esta fue la carta que el P.
Doria envió al P. Jerónimo Gracián: “Fr. Nicolás de
Jesús María [Doria] Vicario General de la
Congregación de los Carmelitas Descalzos. Por
cuanto se ha determinado en nuestro Definitorio
que venga a este convento de S. Hermenegildo
de Madrid el P. Fr. Jerónimo de la Madre de Dios,
religioso de nuestra Orden, que al presente está
en nuestro Convento de S. Felipe de Lisboa: por
tanto, por el tenor de la presente, le mando que
dentro de 25 días, contados desde el día de la
fecha désta, se presente en éste dicho convento
(...). Madrid, 3 de junio de 1591. Firmado: Fr.
Nicolás de Jesús María”.
Como una declaración de obediencia, Gracián
llegó a Madrid exactamente el día 28 de junio
cumpliendo así, con los días exigidos, la orden que
le había sido dada por el P. Doria.