sábado, 17 de enero de 2009

Falsas acusaciones



Al movimiento de entusiasmo religioso puesto en marcha por Teresa de Jesús se asociaron personas de tendencias rigoristas y eremíticas que no acabaron de asimilar la novedad del carisma de la Madre Fundadora.
Mientras el padre Gracián estuvo al frente de los Descalzos, los fautores del rigorismo mostraron incluso públicamente su descontento y disconformidad con el estilo de vida y de gobierno del Provincial. Al llegar ellos al poder con el padre Doria en 1585, iniciaron una labor de "reforma" de la Orden para acomodarla a su estilo.



Gracián les pareció un obstáculo insuperable en su camino y no hallaron otra solución que deshacerse de él, llegando a pronunciar una sentencia de expulsión que no llevaba garantía alguna de justicia. La historiografía oficial del siglo XVII tomó posición a favor del padre Doria y de sus colaboradores y para justificar tan ruidosa sentencia no tuvo inconveniente en falsificar hechos y documentos.



Gracián fue expulsado de la Orden por su "doctrina y costumbres", es decir, por ser quien era; los cronistas añadieron luego que la expulsión se debió a que se había alejado del ideal de Teresa (ya canonizada), y de Juan de la Cruz (camino de serlo), y empañaron su figura con acusaciones falsas y calumniosas que han ido transmitiéndose de unos autores a otros hasta nuestros días.

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