sábado, 18 de diciembre de 2010

CAP.3º: "NOVICIO EN EL CONVENTO DE PASTRANA"


Algunos antecedentes: las primeras fundaciones de los frailes

En su estudio sobre el Carmelo Teresiano, el P. Ildefonso Moriones llama la atención en que es necesario evitar ciertas imprecisiones cometidas por algunos historiadores. Algunas de estas imprecisiones todavía persisten en relatos sobre la historia de la fundación de la rama masculina de los Carmelitas Descalzos.

Moriones nos advierte que una de estas imprecisiones es la idea de Santa Teresa como Fundadora da la rama masculina del Carmelo Descalzo. No existe duda de que, efectivamente, Santa Teresa es la animadora principal, el “alma mater”, la protagonista del movimiento religioso que quedará siempre unido a sus Fundaciones. A pesar de eso, “a diferencia de lo ocurrido en el desarrollo de las fundaciones de monjas, sector en el que ella figuró prácticamente siempre como la Madre Fundadora, en el desarrollo de las fundaciones masculinas interfieren otros muchos elementos históricos y circunstanciales que no siempre permitieron a los protagonistas de siglo XVI discernir con entera claridad la corriente religiosa en que se hallaban comprometidos.” Esto no quita el mérito de Santa Teresa así como el reconocimiento de lo que ella representa. Sin ninguna duda es la fundadora, la principal y singular fuente que alimentó y sigue alimentando – con su carisma celestial – la rama masculina del Carmelo Descalzo.

Nosotros sabemos – esto nos lo afirma la propia Santa – que comenzó muy pronto a desenvolver la idea de fundar algunas comunidades masculinas, al estilo del Carmelo de San José que ella había fundado por inspiración divina . Pero todavía no había llegado la hora, y Teresa se dedicará totalmente a las negociaciones para consolidar y extender la reforma del Carmelo que – en realidad - vendría a ser la Fundación de una nueva Orden dentro de la Iglesia. Solamente más tarde, después de cinco años desde su fundación de monjas, la Santa consiguió iniciar esta nueva idea.

Resumiendo, los hechos ocurrieron así: en 1567 llegó a Ávila el P. Juan Bautista Rubeo de Ravena – Superior General de la Orden del Carmen – y, habiendo hecho varias visitas al Carmelo de San José, percibió que allí existía una fuente que no podía desperdiciarse.

Durante esas visitas tuvo la oportunidad de exponer al P. Rubeo las ventajas e importancia, para la Iglesia, de extender por toda España aquel nuevo estilo de vida en “obsequio de Jesucristo”. La Madre Teresa era una mujer que convencía y el P. Rubeo, además de ser sensible a las cosas de la Iglesia y de la fe, era también un buen político. Sabiendo que Felipe II deseaba reformar la vida monástica en todo su reino – pues la juzgaba muy relajada -, entendió que podría agradar a Dios y al Rey apoyando la iniciativa de Teresa de Jesús.

Cf. Moriones, I. – El Carmelo Teresiano y sus problemas de memoria histórica – Vitoria: Ediciones El Carmen, 1997, p. 37
Cf. Vida 32, 11

miércoles, 8 de diciembre de 2010

CAPITULO II, ultima parte: "En Alcalá de Henares"

Habiendo desistido de entrar en la Compañía, pasó un año y medio sin conseguir decidirse por alguna Orden. El mismo Gracián nos dice tener: “... peleado casi año y medio con la vocación, que no es pequeño tormento […] todas las razones naturales eran contrarias en mí a este estado: falta de salud, flaqueza natural, cansancio de estudios, obligación a mis padres y hermanos […] Todo esto peleaba, de una parte, contra un encendido deseo que tenía de servir a Nuestra Señora, y, de la otra, como comenzaba entonces la reformación de esta su Orden, parecíame que me llamaba mi Señora para ella.”

Grandes eran sus dudas, pero la providencia iba colocando en su camino pequeños peldaños que le llevaban, cada vez más, cerca de la Orden que acabaría abrazando. Uno de estos peldaños fue el sermón que las Carmelitas de la Imagen le encomendaron sobre la antigüedad de la Orden del Carmen. La preparación de este sermón le obligó a estudiar con calma el origen de tal Orden y, conociéndola mejor, se enamoró de ella.

Su sermón fue tan eficaz y convincente que hizo que uno de sus amigos de Universidad, el maestro Roca, ingresara en la Orden.

Un segundo peldaño colocado en el camino de Gracián, nos lo cuenta, de modo apasionado, la misma Teresa de Jesús. Estando él lejos de decidirse a tomar el hábito del Carmen Descalzo fue llamado para ayudar a la Priora del Carmelo de Pastrana a la hora de recibir una monja. “¡Que medios toma la divina Majestad!, que para determinarse a ir de allí a tomar el hábito tuviera por ventura tantas personas que se lo contradijeran, que nunca lo hiciera. Mas la Virgen nuestra Señora, cuyo devoto es en gran extremo, le quiso pagar con darle su hábito. Llegando a Pastrana, continua Teresa, “fue a hablar a la priora para que tomase aquella monja, y parece que la habló para que procurase con nuestro Señor que entrase él […]Pues acaeciéndole a esta priora lo que a los demás, diole grandísima gana de que entrase en la Orden, y díjolo a las hermanas, que mirasen lo que les importaba, porque entonces había muy pocos o casi ninguno semejante, y que todas pidiesen a nuestro Señor que no le dejase ir, sino que tomase el hábito.”

De todo esto Gracián solo se enteró más tarde. Lo que tampoco sabía es que una Santa rezaba por él desde hacía un año, para que tomase el hábito en los Carmelitas Descalzos. Esta Santa no era otra sino su propia fundadora: Teresa de Jesús. Y este fue el principal peldaño que la Providencia le puso para superar sus indecisiones: las oraciones de las monjas Descalzas.

Aunque de salud frágil, tenía un temperamento fuerte y decidido. Se puede decir que era como una vara de bambú: parecía frágil, pero era resistente; se doblaba con las tempestades pero no se rompía. Al fin de sus tormentos, provocado por la indecisión del camino a tomar, él – decidiéndose por el Carmelo Descalzo – se expresó así: “no pudiendo sufrir el ímpetu de los pensamientos que venían de amor de Nuestra Señora, diciendo entre mí ‘Si ha habido muchos hombres nobles que por amores de una mujer de la tierra se han cegado, y dejado perder hacienda, honra y vida, acuchillándose, etc., ¿por qué tengo yo de reparar en cosa alguna, pues me ciega el amor de tal Señora? ¡Muera mucho enhorabuena! que a cabo de algunos meses de tomado el hábito, con la aspereza que allí se profesa, perderé la vida: yo la doy de muy buena gana a mi Señora la Virgen María.” .

El círculo se había cerrado, Gracián no escaparía más del dulce abrazo de la Señora Virgen María y del carisma que la Divina Gracia había transmitido a Santa Teresa de Jesús. Su decisión por la "Descalcez" fue definitiva, hasta tal punto de afirmar que, si fuera necesario, entraría en la Orden de los Carmelitas Descalzos aunque tuviese que hacerlo a "fuerza de espada". Claro que, contrario como era a toda violencia, con esa expresión quería dejar claro que su decisión era definitiva. Y con tal decisión se fue al convento de San Pedro, de los Carmelitas Descalzos, de Pastrana.



11 Cf. Gracián – Peregrinación – pp. 7-8
12Cf. Santa Teresa de Jesús – Fundaciones – Cap. 23, 3
13Cf. Idem, Cap. 23, 4.6-8
14Cf. Gracián – Peregrinación... pp. 9-10


AUTOR: Jose Alberto Pedra ocds
TRADUCTOR: Fray Luis David Perez ocd

sábado, 27 de noviembre de 2010

En Alcalá de Henares


CAPITULO II, primera parte: "En Alcalá de Henares"

Estudiar en la Universidad de Alcalá de Henares era, de hecho, una gran honra para quien consiguiese ser seleccionado. La universidad, conocida también como Complutense – trasladada más tarde a Madrid -, fue uno de los centros más importantes de la vida intelectual europea y base de la expansión cultural española.

Fundada en 1499 por el Cardenal Francisco Jiménez de Cisneros, contaba con una estructura administrativa y didáctica totalmente innovadora para su época. El Cardenal estableció para la Complutense tres grandes objetivos, siendo el primero totalmente religioso: la universidad debería ser una institución de enseñanza para formar eclesiásticos que recuperasen los valores de la espiritualidad antigua que fueron totalmente abandonados durante los siglos de la baja Edad Media.

Cisneros quería dar solución a uno de los mayores desafíos de la época: la reforma de la Iglesia española. Era necesario renovar no solamente la preparación intelectual del clero, sino también preparar hombres capaces de envolverse adecuadamente en las cuestiones de gobierno, o sea, administradores competentes. Era este el segundo objetivo. El tercero consistía en revisar y sistematizar los textos doctrinales de la Iglesia que, en aquella época, padecían de una libertad de interpretación nefasta para la correcta doctrina cristiana.

Gracián consiguió su matrícula en el año académico 1564-1565. Escogió el Curso de Artes. Al acabar el tercer año, obtuvo el título de “Bachiller en Artes”; un año más tarde recibió el grado de “Licenciado en Artes”. Con este último título, fue declarado apto para la enseñanza. Acabado este año, tuvo, con su padre, una nueva divergencia: Don Diego Gracián quería al hijo junto a sí, tenía mucha esperanza en que su hijo le ayudara en los múltiples trabajos como secretario en la Corte. Este deseo paterno contrarió enormemente al joven maestro en Artes pues, además de no tener simpatía alguna para con la vida de la Corte, estaba naciendo dentro de sí el deseo de seguir la carrera eclesiástica.

Había comenzado a sentir que estaba llamado para otras actividades y que debía prepararse para ellas del mejor modo posible. Siendo así, solicitó su matrícula y fue aceptado en la Facultad de Teología. Acabados los cuatro años de teología, le ofrecieron hacer el doctorado, que le exigiría otros cuatro años de estudio. Determinado, Gracián aceptó la oferta y los concluyó en 1572. Sólo faltaba el examen final para obtener aquel título cuando, de modo inesperado, abandonó su brillante carrera universitaria para dar un nuevo rumbo a su vida.

¿Qué había ocurrido? Gracián nunca declaró las razones de su renuncia al título de doctor, título que sería de gran ayuda para sí y para su familia, pues el Rey estaba dispuesto a concederle ventajas económicas y un puesto eclesiástico importante. Este último era perfectamente posible, pues Felipe II, además del poder temporal, tenía una gran influencia en los asuntos de la Iglesia y, además, Gracián había recibido – cuando todavía era estudiante – la ordenación sacerdotal y, por lo tanto, estaba capacitado para recibir cargos eclesiásticos.

AUTOR: José Alberto Pedra, OCDS
Traductor: Fr. Luis David Perez

sábado, 13 de noviembre de 2010

Primeros pasos


Parte II

...En Valladolid y siguió sus estudios de gramática y humanidades. Concluye su formación humanística con el estudio de retórica y griego. Más tarde, cuando ya tiene 14 años, se va con su familia a la ciudad de Toledo, siguiendo a la Corte Imperial de Carlos V. En Toledo, comienza sus estudios de arte, al mismo tiempo que continua con sus estudios clásicos.

Acabados estos, surge el primer gran conflicto familiar entre padre e hijo. Don Diego no quería que su hijo Jerónimo se dedicase a una carrera universitaria, sino que ingresara en la Corte para ayudarle en los servicios de secretaría del Rey. En esta época, Jerónimo Gracián tenía como confesor al P. Martínez, jesuita experimentado y gran conocedor de la capacidad del alma de aquel joven que ya presentaba brillo académico y grandes virtudes cristianas. Sus dotes de inteligencia y los argumentos del P. Martínez convencieron a Don Diego de que sería un desperdicio sujetar un ave tan rara y valiosa en las redes de la burocracia del palacio del Rey. Don Diego le dio su bendición y le autorizó para continuar con sus estudios. El joven Gracián, entonces, fue a Alcalá de Henares a frecuentar, nada menos, que la famosa Universidad Complutense.

Ayudado por su director espiritual, también maduraba en sus valores morales y cristianos. Se cuenta que su madre se impresionaba con el comportamiento del hijo, saludable como era, y que no esperando otra cosa de un hijo joven sino los problemas propios de la juventud, que este prefiriera refugiarse en casa, en el oratorio de la familia, dedicando largo tiempo a la oración, con una devoción especial a la Santísima Virgen, para con quien siempre tuvo mucha devoción. Esta devoción le acompañó durante toda su vida. Él mismo nos narra que, bajo el hábito continuamente llevaba una imagen de Nuestra Señora. Esta costumbre fue, en determinada ocasión, motivo para que sus enemigos divulgasen infamias contra él, insinuando actitudes maliciosas sobre esa simple devoción a la Madre de Dios.

Sus años de estudio, paz y oración, pueden ser comparados –salvadas las distancias– a los de los grandes profetas que vivieron en el silencio antes de ser llamados para sus grandes misiones. Santa Edith Stein, en una ocasión, escribió que los proyectos de Dios se preparan en el silencio. En el silencio, Dios labra las “piedras vivas” preparándolas para las grandes luchas necesarias para la construcción del Reino de Dios. En el diálogo silencioso del corazón humano con Dios, los instrumentos escogidos se forjan para ser obreros en esa construcción . Gracián será uno de estos grandes trabajadores.
Cuando lo conoció, ya con treinta años, Santa Teresa sintió que Dios le había enviado un gran maestro de obras o, según las palabras de nuestra Santa: “Y como yo estaba con tanta fatiga, en viéndole, parece que representó el Señor el bien que por él nos había de venir; y así andaba aquellos días con tan excesivo consuelo y contento, que es verdad que yo misma me espantaba de mí.”

Hasta llegar aquí, Gracián tendrá que recorrer un largo camino. Los cursos en la Universidad de Alcalá le estaban esperando, lo mismo que muchos otros problemas, pues su padre – aunque fuese secretario del Rey – no tenía medios suficientes para costear los estudios universitarios del hijo. No fueron pocas las dificultades por las que pasó Jerónimo Gracián en Alcalá de Henares. Tenía a su favor el gran deseo de estudiar, una memoria prodigiosa y, especialmente, sus maneras modestas y educadas. Esas virtudes, como si fueran imanes, llamaron la atención de algunos profesores. Y esto fue una gran ayuda.

Fin de la parte II


José Alberto Pedra, OCDS (Brasil)
Traduccion al español, por Fray Luis David Perez

4 Cf. Gracián, Jerónimo – “Peregrinación de Anastasio”, Roma, Teresianum, Ed. Preparada por Juan Luis Astigarraga, 2001, p. 31

5 Cf. Stein, Edith – Source cachée: oeuvres spirituelles – Paris: Cerf, 1998, p. 69
6 Cf. Santa Teresa de Jesús – Fundaciones, 24, 2.



jueves, 28 de octubre de 2010

PRIMEROS PASOS ..


Está terminando la primavera y el verano inicia su presencia. Las mañanas son, todavía, bastante frescas e impregnadas por el aroma de la flores silvestres que la brisa traía de los campos cercanos a Valladolid.

Doña Juana estaba en su noveno mes de gravidez; el clima fresco de la mañana era para ella un calmante. Pero aquel día sentía una agitación y cansancio que ya eran conocidos: era el anuncio de la llegada de un nuevo miembro en la familia Gracián. Aunque muy joven, era su cuarto embarazo. Conocía bien lo que sucedía: estaba llegando la hora. Avisó a don Diego, su marido, y pidió la ayuda de la Virgen.

Seis de junio de 1545. Doña Juana trajo al mundo su cuarto hijo: Jerónimo Gracián Dantisco. El parto fue normal y el niño nació perfecto. No tenía nada de especial que lo diferenciara de sus tres hermanos anteriores o de los otros 16 que vendrían más tarde. El tiempo se encargaría de hacer visible su temperamento y su disposición especial para el trabajo en la mies del Señor.

Trabajó mucho, fue incomprendido, humillado, traicionado y colocado en el olvido, pero supo aceptar todas las pruebas sin, a pesar de eso, arrodillarse delante de los orgullosos que le infligían tantas humillaciones. El orgullo, el santo orgullo, tan bien descrito por san Pablo en su segunda carta a los Corintios , le mantenían en pie, luchando con todos los medios disponibles en favor de la causa e ideales inspirados por Dios y transmitidos a él por Teresa de Jesús.

Al final de sus días en la tierra, con toda justicia, podría haber escrito: “Cuanto a mí, pronto voy a ser ofrecido en sacrificio. El momento de mi partida ha llegado. Combatí el buen combate, he finalizado la carrera, he guardado la fe. Me está reservada la corona de justicia con la que me retribuirá en aquel día el Señor, justo juez” .

Pero ahora es un niño que deberá ser bautizado. Siete días después de haber nacido fue conducido a la pila Bautismal de la parroquia de Santiago: era un 13 de junio de 1545.

Jerónimo Gracián Dantisco fue el cuarto de los veinte hijos del matrimonio Juana y Diego Gracián de Alderete. Su padre era hijo de Pedro de Torres , mayordomo de Armas del Rey, y su madre, hija del embajador de Polonia en la Corte de Felipe II. Cuando se casó, Juana tenía solamente doce años y Diego estaba casi con 40. Esta diferencia de edad no fue obstáculo para que el matrimonio viviera armoniosamente y formara una familia cristiana donde todos los hijos recibieron una cuidadosa educación.


2 Cor. 1, 3-7
2 Tim. 4, 6-9
El P. Gracián afirma ser Diego Gracián el nombre de su abuelo. En su detallado y cuidadoso estudio: El P. Jerónimo Gracián de la Madre de Dios y su ascendencia genealógica, Enrique Llamas, OCD, expone una versión documental donde aclara ser Pedro de Torres el verdadero nombre del abuelo del P. Gracián. (Cf. Monte Carmelo vol. 102, Burgos 1994, n° 1 pp. 61-86).


AUTOR:
José Alberto Pedra, OCDS (Brasil)

EN LA PROXIMA NOTA SE COMPLETARÁ ESTE CAPITULO 1, DE LA BIOGRAFIA DEL P.GRACIAN
¡¡BENDICIONES!!

miércoles, 13 de octubre de 2010


Frisaba los catorce años cuando Jerónimo hubo de trasladarse con la familia a Toledo (1559), siguiendo a la Corte Imperial, en la que su progenitor desempeñaba el oficio de secretario y traductor de lenguas.

Aquí prosiguió los estudios con maestros tan acreditados como Cedillo y Alvargómez. También se inició en el estudio de las artes bajo el magisterio del doctor Perea. A estas alturas eran ponderadas con entusiasmo sus cualidades y dotes para el estudio.

El padre deseaba que Jerónimo aprendiese el oficio de secretario de Corte y prolongase la tradición familiar, como harán luego sus hermanos Antonio y Tomás. Jerónimo se inclinaba por los estudios universitarios, pese a la penuria de medios económicos de la familia.

martes, 5 de octubre de 2010

"EL HEREDERO EXILIADO" introduccion

Se trata de una biografia escrita en portugués por un carmelita seglar brasileño y traducida al español Fray Luis David Perez ocd. Esta muy buena. No esta publicada en español, solo en portugués.

En esta nota publicamos la Introduccion escrita por el mismisimo autor: José Alberto Pedra, OCDS

En las notas subsiguientes, iremos compartiendo capitulo a capitulo, hasta terminar todo el libro, para Gloria de Dios y provecho de las almas.




INTRODUCCION DEL AUTOR

En mi convivencia con los carmelitas y su literatura nunca había oído hablar nada de especial sobre el padre Jerónimo Gracián de la Madre de Dios. Quizás en alguna lectura su nombre puedo haber aparecido pero sin despertar en mi una especial curiosidad.

Hoy, me parece hasta extraño que eso haya ocurrido. Y eso es más extraño porque una gran parte de las cartas escritas por Santa Teresa de Jesús fue dirigida a ese padre y supongo que mi atención fue desviada por causa de las artimañas de aquellos que hicieron todo lo posible para que la vida y la obra de aquel padre permaneciera en las sombras de la historia del Carmelo Descalzo.

La palabra “asombro” sería, sin duda, la mejor para describir mi sentimiento cuando comencé a leer “Peregrinación de Anastasio”, obra autobiográfica del mismo padre Gracián. Los hechos que allí se narran me colocaron frente a un Carmelita Descalzo de magnífica estatura. Un mártir de su tiempo, prácticamente ejecutado por algunos de sus hermanos en la Orden.

Fue perseguido, injuriado, difamado y, finalmente, expulsado de la Orden que, junto con Santa Teresa, había ayudado a fundar. Capturado por los musulmanes, fue vendido como esclavo y, viviendo esta situación, trabajó siempre en su apostolado misionero. Ayudó a libertar otros muchos esclavos, hasta que llegó el momento de reencontrar su propia libertad. Ya libre, nunca olvidó su condición anterior y se dedicó activamente a buscar fondos con la finalidad de rescatar a otros cautivos.

Durante muchos años fue confesor y consejero de Santa Teresa de Jesús y a ella acudía también cuando necesitaba de consejos sobre sus actividades. Fue el primer Provincial de la Orden del Carmelo Descalzo. Su gobierno fue de suave y equilibrado discernimiento.

¿Por qué este hombre fue tan perseguido? ¿Por qué le expulsaron de la Orden que él había ayudado a fundar? ¿Por qué tantas ganas de dejarle en el olvido? ¿Qué representaba este hombre para despertar tanto temor? ¿Por qué, sólo ahora, iniciando el tercer milenio, ha sido rehabilitado? Son muchas interrogantes...

Esta biografía – muy pequeña para la estatura del P. Gracián – no pretende responder a tantas preguntas. Dejo esa tarea a los historiadores y especialistas. De todos modos, el lector encontrará algunas pistas y podrá sacar sus propias conclusiones. Mi intención es, solamente, exponer brevemente – como una especie de primer contacto – la vida peregrina de este hombre que vivió y convivió más de cerca con la Madre Fundadora del Carmelo Descalzo: Santa Teresa de Jesús. Y que, a pesar de eso, fue mantenido oculto durante casi 400 años.

Infelizmente, no puedo recomendar ninguna biografía más acabada sobre la vida de este santo padre, por la simple razón de que no existe. A pesar de eso, para aquellos que hablan la lengua española, la “Peregrinación de Anastasio” continua siendo la obra maestra.

No puedo dejar de agradecer a las monjas del Carmelo de Curitiba (Brasil) sus oraciones, su amistad y confianza poniendo a mi disposición la biblioteca del monasterio. Sin ello, este libro no habría podido ser escrito.

Agradezco también a mi familia que con mucho amor me permitió emplear el tiempo que pertenecía a la convivencia con ella para hacer mis pesquisas y redactar el texto final.

Dios sabe bien que mi más profundo agradecimiento va dirigido a Él porque a Él pertenece. El es mi Señor y yo no busca más que ser un instrumento en sus manos.

José Alberto Pedra, OCDS

jueves, 30 de septiembre de 2010


JERONIMO GRACIAN DE LA MADRE DE DIOS
EL HEREDERO EXILIADO

AUTOR: José Alberto Pedra ocds

PRESENTACION

Con mucho gusto presento este libro sobre el P. Jerónimo Gracián de la Madre de Dios, insigne carmelita descalzo, discípulo predilecto de Santa Teresa de Jesús y dinámico colaborador de ella en la refundación del Carmelo, en la España del siglo XVI.

Al leer el libro no pude menos que comprobar aquello que la misma Santa Teresa solía decir: “la verdad padece, pero no perece”. La persona del P. Jerónimo Gracián, incomprendida e injustamente perseguida por los superiores de su tiempo, aparece en toda su grandeza en esta biografía, clara y al alcance de todos. Estoy seguro de que en un futuro próximo será plenamente revalorizada.

El Centro de la Orden de los Carmelitas Teresianos, que represento como Superior General, rehabilitó recientemente al P. Jerónimo Gracián y aceptó también la introducción de su causa de beatificación y canonización.

Esta biografía escrita por José Alberto Pedra, Presidente del Carmelo Seglar de Curitiba, Brasil, contribuirá, sin duda, a dar a conocer esta grande figura del Carmelo. En la lectura de estas páginas se va descubriendo su itinerario humano y espiritual: familia, educación, estudios, ingreso en la Orden, los grandes servicios que prestó a su familia religiosa, la predilección que Santa Teresa tuvo por él, las incomprensiones y persecuciones que tuvo que sufrir, sus sufrimientos, su espiritualidad profunda y evangélica, sus escritos.

Como Superior General del Carmelo Teresiano recomiendo la lectura de este libro, ágil y agradable. La historia es la maestra de la vida y mucho nos enseña en la vida de las grandes figuras que dejaron huella en la época en que vivieron y que continúan presentes en sus enseñanzas y en sus escritos. El P. Jerónimo Gracián es una de esas figuras. A principios del tercer milenio, su vida evangélica podrá servir de estímulo a muchos cristianos, en particular a los miembros de la familia del Carmelo Teresiano para vivir comprometidos con el proyecto de Dios y para enfrentar desde la fe los desafíos de nuestra época.

Roma, Año Nuevo 2003

Fr. Camilo Maccise, OCD
teólogo Carmelita, padre Carmelita Descalzo

miércoles, 15 de septiembre de 2010

El Heredero Exiliado


Se trata de una biografia escrita en portugués por un carmelita seglar brasileño y traducida al español Fray Luis David Perez ocd. Esta muy buena. No esta publicada en español, solo en portugués.

En esta nota publicamos el Prólogo escrito por el Padre Fr. Ildefonso Moriones.

En las notas siguientes, iremos compartiendo capitulo a capitulo, hasta terminar todo el libro, para Gloria de Dios y provecho de las almas.

PROLOGO

El padre Jerónimo Gracián de la Madre de Dios sigue vivo en la memoria de la Orden al cabo de cuatro siglos, y sigue suscitando admiración y deseos de imitar sus virtudes en quienes tienen la fortuna de encontrarse con él.

El caso del Prof. José Alberto Pedra no es una excepción. Pero lo va a ser, en cierto sentido, el resultado de tal encuentro. Y es que, cuando tuve noticia de su reacción entusiasta, le propuse inmediatamente que la plasmara por escrito para poderla compartir.

Precisamente porque Alberto es profesor universitario y sabe de seriedad científica, como lo ha demostrado en otros escritos suyos ("Edith Stein: uma santa em Auschwithz", por ejemplo), reaccionó disculpándose, pues en el conocimiento de la historia de la Orden se sentía todavía un "novato".

En ello veo precisamente la mejor llave de lectura para este libro. Los "novatos", sobre todo cuando no están "contaminados" por los hechos directamente, suelen ver lo que les sorprende, lo nuevo, pues examinan con menos vicios y prejuicios los hechos históricos y, por este camino, invitan a los "especialistas" a mirar con más atención hacia algo que quizá se les pasó desapercibido."

A quienes no habían oído hablar del padre Gracián, José Alberto les indica, con el entusiasmo del descubridor, la existencia de esta figura luminosa que sus contemporáneos consideraron "el lucero de Teresa". A quienes creíamos conocerlo... nos llama la atención y nos invita a recordar o a descubrir detalles que no habíamos advertido. Y a todos nos convida a no conformarnos con escuchar lo que él nos cuenta, sino a seguir profundizando en el conocimiento de la vida y virtudes del padre Jerónimo Gracián de la Madre de Dios, bebiendo en la fuente de sus escritos, comenzando por las Cartas y Peregrinación de Anastasio, espléndidamente editadas en su lengua original por el P. Juan Luis Astigarraga, en 1989 y 2001 respectivamente. Escritos que esperan traductores entusiastas como José Alberto Pedra para llegar a un círculo de lectores cada vez más amplio y seguir difundiendo la luz del mensaje teresiano para provecho espiritual de toda la Iglesia.

Fr. Ildefonso Moriones, OCD
Postulador General

viernes, 3 de septiembre de 2010

En las manos de Dios


Biografía del padre Gracián

No consiguiendo probar ninguna de las
acusaciones y calumnias, sus enemigos pasaron a
preparar su alejamiento de la península ibérica
(Portugal y España). Primero, le destinaron a
México. Pero cuando estaba preparando el viaje
para el Nuevo Mundo, las calumnias y acusaciones
contra él, contra las monjas descalzas y todos
aquellos que le tenían como guía, se volvieron
más intensas y maliciosas. Herido en sus
sentimientos más íntimos, decidió defenderse a sí
mismo y la obra teresiana que Doria y sus
seguidores estaban intentando destruir.
Infelizmente, no consiguió hacer que sus
perseguidores y detractores volvieran atrás. En su
declaración de defensa fue tan claro y concreto
en la descripción de los métodos mezquinos
utilizados por sus enemigos que, en vez de
asustarlos o detenerlos, provocó todavía más el
furor de sus enemigos haciendo que estos se
tornasen más duros y obstinados.
La orden de ir a México se suspendió. Pero esto
no significó una tregua; al contrario, fue un ataque
directo y demoledor el que iba a comenzar. Se
instauró un proceso formal contra el padre
Gracián (octubre de 1587) donde debería
responder a las acusaciones formuladas contra él.
Desde el primer “examen”, escapó con la ayuda
de numerosos testigos, favorables a él, hasta
llegando a proclamar su santidad. Los miembros
del “tribunal” deben haberse quedado atónitos y
llenos de pánico, pues no esperaban una defensa
tan brillante y tantas declaraciones a su favor. No
tuvieron otra salida sino andar con más cuidado y
prudencia en cuanto a un celo que no pasaba de
ser puro pretexto para dominar y apropiarse de
lo que no les pertenecía: el carisma teresiano.
Pero el orgullo y la codicia no van de acuerdo
con la prudencia y la caridad. No se consiguió
ninguna tregua. En determinada ocasión recibió
una amonestación respecto de algunas “faltas”;
inmediatamente recibe una intimación (15 de
marzo de 1588) para que se presente en Madrid
y responder, delante de sus superiores, para que
justifique su reincidencia en ciertos “errores” y
“faltas”. Rápidamente y con humildad atiende a
esta intimación; quizás pensaba que le darían una
oportunidad de explicarse. Pero la escena que
habían montado era otra: le niegan el derecho de
defensa, escrita o hablada, y le ordenan que viaje
inmediatamente para México.
Si el hombre propone, Dios dispone – nos dice
un refrán -, y así sucede en este caso. Estaba
Gracián preparándose para viajar a México
cuando llegan órdenes de las autoridades de
Portugal y España encargándole nuevas misiones
en tierras portuguesas. A esta orden le sigue
inmediatamente otra, del Nuncio en España, Don
César Speciano, prohibiendo que Gracián salga de
Portugal. Por el momento, Gracián estaba fuera
del alcance de Doria y sus seguidores
La permanencia de Gracián en Portugal puede
ser entendida como un periodo de tregua, pero
no de olvido y deseo de condenarle. Durante
este tiempo sus amigos y admiradores trataron
de juntar documentos y testigos abundantes para
demostrar tanto la inocencia del P. Gracián como
su vida ejemplar. Pero cuando el lobo se quiere
comer al cordero – como en la fábula de La
Fontaine – siempre encuentra una disculpa. De
poco sirvió esta enorme cantidad de hechos
favorables sobre la inocencia de Gracián. Aquellos
que trabajaban contra ella se hacían los sordos:
nada les convencía, era como si el acusado
(Gracián) ya estuviera condenado de antemano.
El éxito de sus actividades en Portugal,
reconocidas por las autoridades eclesiásticas y
civiles de aquel país, comenzando por Don
Teutonio de Braganza y por el Cardenal
Alberto, agitaba el ánimo persecutorio de los
dorianos. Gracián fue obligado a presentarse para
dar explicaciones, en Capítulo, dentro de la propia
comunidad lisboeta delante de religiosos
manipulados por los superiores de la Consulta.
Gracián estaba en Portugal hacía dos años. Su
licencia había llegado al fin. Ahora se encontraba
sin el apoyo de Don Teutonio de Braganza y del
Cardenal Alberto – ellos no podían interferir en
los asuntos de la Orden. Doria vio que este era el
momento oportuno e instauró contra él un
proceso regular. Ordenó que se presentase en
Madrid antes de 25 días. Esta fue la carta que el P.
Doria envió al P. Jerónimo Gracián: “Fr. Nicolás de
Jesús María [Doria] Vicario General de la
Congregación de los Carmelitas Descalzos. Por
cuanto se ha determinado en nuestro Definitorio
que venga a este convento de S. Hermenegildo
de Madrid el P. Fr. Jerónimo de la Madre de Dios,
religioso de nuestra Orden, que al presente está
en nuestro Convento de S. Felipe de Lisboa: por
tanto, por el tenor de la presente, le mando que
dentro de 25 días, contados desde el día de la
fecha désta, se presente en éste dicho convento
(...). Madrid, 3 de junio de 1591. Firmado: Fr.
Nicolás de Jesús María”.
Como una declaración de obediencia, Gracián
llegó a Madrid exactamente el día 28 de junio
cumpliendo así, con los días exigidos, la orden que
le había sido dada por el P. Doria.

martes, 3 de agosto de 2010

ACUSACIONES VARIAS


Con la muerte de Santa Teresa (1582) comenzó
para Gracián su verdadero calvario. Los verdugos:
sus mismos hermanos de Orden, principalmente
algunos de aquellos a quienes él había ayudado y
apoyado de modo especial. ¿Cuáles fueron las
acusaciones y difamaciones? Podríamos decir que
fueron de todo tipo: Morales, administrativas,
doctrinales.... Veamos algunas de las más comunes
surgidas en la imaginación de mentes poco
saludables.
1. “Estábamos una noche, acabando de cenar, en
recreación; y sentimos que un hombre daba de
puñaladas a otro, y el herido se quejaba y pedía
confesión. Dije yo: “salgamos luego a confesarle”.
Respondió uno –y no de los menos santos-: “no
se puede abrir la puerta, porque es contra la
obediencia”. Dije yo con cólera: “¡Qué
obediencia, que no hay obediencia! Salgamos
antes que muera”. Y salímosle a confesar. Quien
tenía la otra opinión acriminaba que yo había
dicho que no hay voto de obediencia en las
religiones, o tales palabras que olían a herejía”.


Este hecho nos lleva a recordar la interpretación
dada por el propio Jesús respecto de la
obediencia debida a la ley judaica del sábado.
Parafraseando el texto evangélico, casi se podría
afirmar que Gracián habría dicho: “más vale la
misericordia que salva una alma que la obediencia
estéril que es mantener la puerta cerrada”.


La difamación rondaba al P. Gracián. Sus acciones,
sus decisiones eran malinterpretadas y
continuamente trasformadas, por parte de sus
detractores, en actos condenables. Otro caso:
2. “Frabricándose el convento de las monjas
Descalzas de Lisboa, asistiendo yo allí con los
oficiales para que trabajasen, acaecía en la siesta
con el rigor del verano querer reposar un poco y
sacar las monjas un colchón para ello (que claro
está que el colchón no había de ser de los
carpinteros sino de las monjas). Escribióse que
dormía yo en las camas de las monjas, etc., con
palabras muy perjudiciales”.

He aquí otro caso:
3. “Diome la madre Teresa de Jesús unas reliquias.
Y una Priora de las más santas y más puras que
yo he conocido en la Orden púsolas en un
relicario hecho en forma de corazón que yo traía
conmigo. El haberme dado esta Priora este
corazón se dijo con palabras que daba a entender
haber otra afición de por medio”.


Pero estas pequeñas calumnias e invenciones,
como muchas otras, más escabrosas e injuriosas,
tenían un objetivo mayor y más dramático. El
enemigo era astuto: iba sembrando la duda,
lentamente, a través de pequeñas insinuaciones –
siempre con un fondo grave -, de la honra del
Padre Gracián. Cuando llegase el momento
propicio para el golpe final, la víctima ya no podría
contar con muchos defensores: el daño ya estaba
hecho.

domingo, 25 de julio de 2010


...En la licenciatura de la filosofía hizo ejercicios tan brillantes, que fue el primero entre cuarenta y ocho compañeros de estudio. El gran esfuerzo que hizo para graduarse le acarreo una enfermedad y hubo de descansar. Mas no por mucho tiempo pues a los 20 años iniciaba el estudio de la teología. Dos acontecimientos importantes durante este tiempo vivirá Jerónimo. El primero es el encuentro con el tratado teológico sobre la Gracia. Quedó tan impactado por las excelencias de ella, según la explicaba el jesuita Deza, que le dio golosina de alcanzarla. Inmediatamente decide elegirle por confesor. El segundo acontecimiento espiritual de esta época fue la decisión tomada de terne oración mental una hora cada día guiándose por los libros de fr. Luis de Granada. Pronto se encaminará hacia el sacerdocio.

lunes, 19 de julio de 2010



El alma cuando llega a esta embriaguez de amor, no desea otra cosa sino Dios y más Dios, entonces dice: "Abre, Señor, ese corazón, dame morada en ese tu pecho, déjame entrar en esa fuente de agua clara, que vengo como el ciervo sediento a buscar defensa, amparo y refrigerio".

jueves, 8 de julio de 2010

Quince años tenía cuando inició los estudios de filosofía. Terminado el primer curso hizo oposición a una colegiatura y la ganó. Con esto ayudaba a su padre en el pago de los estudios. Con lenguaje actual podemos decir que Jerónimo trabajaba y estudiaba.

A los 16 años comenzó a tratar de entrar en la Compañía de Jesús; teníalo negociado para cuando su hubiere examinado de Bachiller… mas examinado de Bachiller, se resfrió de aquella vocación, aunque no se resfrió en el deseo de servir a Dios, que siempre iba en mayor aumento. Pero hacía cuenta que para cualquier estado que hubiese de tomar aprovecharían las letras, y así estudiaba con mucha instancia.

boletín En Camno

miércoles, 30 de junio de 2010

Inclinado desde muy pequeño a la lectura, su padre lo dedica a los estudios. Estudió Filosofía y Teología y adelantó tanto que no tenía veinte años cuando ya estaba graduado de Maestro por la Universidad de Alcalá.

Muy capacitado y preparado para ejercer grandes cargos; sin embargo su natural humilde y desprendido, hace que prefiera retirarse y escoger la pobreza religiosa; Al conocer la Reforma que la M. Teresa de Jesús estaba realizando y ser un enamorado de la Virgen, decide seguir este camino, tomando el hábito en la Orden, en Abril de 1572.

miércoles, 23 de junio de 2010


Puede afirmarse con razón que la Santa comenzó a sentirse
plenamente Fundadora a partir del encuentro con el padre Gracián. Fue él quien le abrió nuevos horizontes y le hizo vislumbrar que podría “dilatarse esta Orden de la Virgen Santísima María en todo el mundo con el fruto de las almas, como se había dilatado la de la Compañía de Jesús. (Al final de su vida
pondrá Gracián en el mismo nivel a San Elías, como fundador de los Carmelitas, a San Ignacio, como fundador de la Compañía, y a la Madre Teresa, como Fundadora de sus Descalzas y Descalzos).

De ese respeto por el magisterio teresiano nacieron sin duda la invitación a proseguir el libro de las Fundaciones (que Gracián se comprometió a completar escribiendo las de los frailes) y a escribir el libro de las Moradas; la edición y defensa de sus Constituciones (completadas con el contrapunto de El Cerro); la conservación del epistolario teresiano; la contribución decisiva a la hora de iniciar el Proceso de Canonización, con la consiguiente vigilancia para que la figura de Teresa no fuese instrumentalizada, como intentaron algunos al pedir que se quitase del Rótulo los pasajes que la llamaban Fundadora de los frailes y ponían de relieve su celo de almas.

fuente:carmelitasdescalzos.com

miércoles, 16 de junio de 2010

Su fecunda labor literaria

El padre Gracián merece un puesto destacado en la Historia de la espiritualidad, tanto por la abundancia como por la calidad de sus escritos. Su
formación universitaria en Alcalá, su intimidad con santa Teresa y sus principales colaboradoras (Isabel de Santo Domingo, María de San José, Ana de Jesús, Ana de San Bartolomé, por citar sólo las más conocidas), la lectura asidua de la Sagrada Escritura y de los autores espirituales, las tres horas diarias dedicadas a la oración durante toda la vida, junto con su clara inteligencia y su memoria prodigiosa, hacen del padre Gracián un gran maestro y escritor de vida espiritual. La exposición de la doctrina teresiana es el tema que destaca con mayor fuerza en gran parte de sus escritos. A él hay que añadir
las numerosas páginas autobiográficas (aun fuera del epistolario y de la
Peregrinación de Anastasio) y notables elaboraciones sistemáticas de doctrina
espiritual, desde la Lámpara encendida (Pamplona 1583) hasta la Mística
teología (Madrid 1601, Bruselas 1609) o el Itinerario de los caminos de la
perfección (Bruselas 1609).

domingo, 13 de junio de 2010

Estilo literario del P. Gracián


.../ La Peregrinación de Anastasio, escrita en 1609, "debe ser considerada una memoria autojustificativa (o, si se quiere, una autoapología), probablemente una de las primeras que conociera el idioma español".
En cuanto al estilo, estas narraciones suelen ser precisas y directas, despejadas de todo artificio e incluso desaliñadas. El estilo de Gracián frecuentemente coloquial, es sencillo, popular, directo, a veces caído y desmañado, pero siempre encendido, polémico, de lúcida y humilde inteligencia. Su estilo literario también es acción, como lo fue todo en su vida, y su lenguaje es abundante, sencillo, casi oral, lleno de términos expresivos y familiares".


fuente:scielo.org (temas medievales)

miércoles, 9 de junio de 2010

.../
En esta ocasión nos interesa resaltar que fue el P. Gracián, propiamente el heredero del espíritu teresiano y que, entre las herencias, una de las más significadas fue la de la devoción a san José tan recomendada por la Santa. Muestra afortunada de esta devoción fue el libro que este escritor polígrafo y tan fecundo escribió y que tituló Sumario de las excelencias del glorioso S. Joseph esposo de la Vírgen María. Se imprimió por primera vez en 1597 en italiano y en castellano, y es uno de los primeros libros dedicados a san José.

Todavía se lee como un clásico. Expone la vida, las virtudes, los privilegios, los poderes protectores de san José por ser esposo de la Vírgen, por ser padre singular de Jesús. Por supuesto, el san José que dibuja no es el viejo de antes sino el vigoroso escogido por Dios para atender a su familia. Como el libro nació en Roma, a petición de la activa cofradía de los carpinteros que le tenía como protector, se detiene en el oficio de la carpintería ejercido por José. Narra su muerte con todo detalle y anima a su devoción. Pronto comenzó a llamarse “Josefina” este libro hermoso, el más editado de tantos como escribió.

Mondi Vicinissimi

sábado, 5 de junio de 2010

6 de junio: natalicio del P. Jerónimo Gracián


Jerónimo Gracián de la Madre de Dios, sacerdote Carmelita Descalzo, nació en Valladolid, España, el 6 de junio de 1545 y murió santamente en Bruselas, Bélgica, el 21 de septiembre de 1614. Persona de gran cultura puso sus cualidades y talentos al servicio de la obra fundacional de santa Teresa. Desde su experiencia de oración amó a Jesús y proclamó su Evangelio por la predicación. Con sus escritos orientó a las personas orantes por el camino del verdadero espíritu. Su existencia se puede resumir en una frase tomada de sus cartas: “no tengo en esta vida otro deseo ni pretensiones sino, mientras me durare, emplearme en lo que fuere más de servicio de Dios y mayor fruto de las almas”.

miércoles, 2 de junio de 2010


Carta del P. Gracián a las Carmelitas ocd. de Sevilla:

"Pido la pobreza de la Orden y la Reformación de ella en estas partes para que las monjas no salgan de sus conventos y en los conventos de frailes no entren mujeres como se ha comenzado a introducir en las monjas Carm. Calzadas de Wilboorde y frailes de Bruselas y Amberes y que los Conventos del Carmen que están en Alemania, que por los herejes hemos perdido 12, los que quedan de católicos vivan de tal manera los frailes que aun los herej es seglares piden se reformen y hay tantos deseosos de tomar el hábito de los Carmelitas ocd. que por esta vía se espera una gran reformación" (Cartas del P. Gracián.)

jueves, 27 de mayo de 2010

UNA MISION DE SERVICIO AL CARMELO DE TERESA



La misión del P. Gracián, de nuevo al frente del Carmelo de Teresa desde el 4 de marzo de 1581, era la de continuar el encargo que le había encomendado en Beas de Segura la Madre Fundadora en 1575 y que había tenido que interrumpir por la intervención del Nuncio Sega y el conflicto con los Carmelitas "calzados". Se trataba primero de consolidar a todos el grupo Descalzo, curar las heridas abiertas en el conflicto de jurisdicción con los Carmelitas "calzados" y con el Nuncio Sega, educarlo en la vida de oración al estilo teresiano y que la Santa Madre Teresa estaba ensañando a las monjas Carmelitas Descalzas y finalmente orientarlo hacia una nueva fase de su desarrollo.

La misión no era fácil pues entre aquellos más de 300 Carmelitas Descalzos quedaban muchos que no habían recibido todavía una formación adecuada, ni conocían personalmente a la Santa Madre Teresa de Jesús, ni habían visto una comunidad de Carmelitas Descalzas.

Es bueno recordar que cuando la Santa Madre Teresa quiso enseñar a San Juan de la Cruz el estilo, vida y forma de este nuevo Carmelo, lo que hizo fue llevárselo a la fundación de Carmelitas Descalzas en Valladolid, para que al contacto con sus hijas aprendiera el "estilo de hermandad y recreación" que Teresa estaba infundiendo en sus conventos.

La preparación del P. Gracián para conducir a los hijos e hijas de Teresa era inmejorable. Sabemos que su vocación fue conquista de las Carmelitas Descalzas de Pastrana, en particular de la M. Isabel de Santo Domingo, priora de aquella comunidad. Sabemos también que el mensaje teresiano había encontrado en él un ánimo dócil e inmejorable dispuesto por largos años de vida de oración y de estudio.

Pronto le veremos actuando al servicio del carisma teresiano como primer Provincial de la nueva familia del Carmelo nacida del corazón de la M. Teresa de Jesús.

jueves, 20 de mayo de 2010



Lentamente surge en el espíritu de Gracián la vocación para la vida religiosa dentro del claustro – así como había sucedido con San Juan de la Cruz por la Cartuja. Santa Teresa de Jesús, más adelante, indicará a los dos el camino del Carmelo Descalzo y cada uno de ellos, de modo diferente, reforzará los pilares del carisma dejado por Teresa.

miércoles, 5 de mayo de 2010

Cambio de Forma en el Gobierno: "La Consulta"



La llegada del P. Doria como Provincial de la Descalcez Teresiana,significó también un cambio en la forma de gobierno. El P. Dorio introduce ad experimentum una innovación: cambiar el sistema tradicional de gobierno, basada en la autoridad personal del provincial, por un gobierno colectivo compuesto de cinco personas reunidas en colegio -la Consultaque con igual autoridad decidirían los asuntos por votos; el provincial entre ellos no sería más que un primero entre iguales.

En abril de 1587 se celebró un capítulo intermedio en Valladolid. Se trataba de hacer un balance de los 18 meses de gobierno del P. Doria. Uno de los temas evaluados fue el de la Consulta. Se trató la cuestión de si mantener la innovación o volver al sistema de gobierno tradicional. El P. Gracián,pronunció un discurso sobre la esencia del gobierno religioso poniendo de relieve las ventajas de la antigua forma de gobierno sobre el nuevo experimento, y la mayoría de los presentes en el capítulo decidió abandonar el experimento de la Consulta y continuar con el sistema de gobierno que habían tenido antes.

Es este el momento crucial en la vida del P. Doria y en la historia del Carmelo de Teresa. Al P. Doria se le pedía un sacrificio para el que no estaba preparado. Había apenas comenzado, según él, a restaurar la perfección de la Provincia, cuando tanto las monjas como la mayoría de los frailes se le “rebelan”, haciéndole entender que estaban mejor antes, que preferían seguir el camino del provincial anterior, por ser más conforme a lo que habían aprendido de la Madre Fundadora.

Es muy probable que el P. Doria reflexionase seriamente sobre esta conducta de sus súbditos y que buscase la raíz de donde provenía. Ahora bien, las causas de esa oposición a sus orientaciones podían ser únicamente dos: o los súbditos conocían mejor que él en qué consistía la perfección de la Orden, y por eso expresaban su parecer contrario en la asamblea capitular reunida precisamente para tratar del bien común; o entraba de por medio la debilidad humana que movía a los súbditos a elegir la vía más fácil y a rechazar por consiguiente el programa de “perfección” más exigente presentado por él. El admitir la primera hipótesis exigía del P.Doria una humildad y una docilidad de juicio para las que quizá no había sido educado por nadie; en cambio la segunda hipótesis hacía saltar un resorte de grande resonancia en su vida: le invitaba prácticamente a llevar adelante su empresa de reforma sin arredrarse por dificultades de ningún género, aunque fuese en contra de la mayoría de sus súbditos, seguro de que una minoría selecta estaría siempre de su parte.

El P. Nicolás de Jesús María optó por esta segunda hipótesis y la mantuvo como norma de conducta hasta el final de sus días, comportándose lógicamente del modo que le era congenial. En adelante veremos al hombre de negocios, y sin escrúpulos, entregado en cuerpo y alma a la empresa que lo inmortalizará para varios siglos: implantar entre los Descalzos y Descalzas una perfección altísima y un sistema de gobierno que garantice su conservación para siempre, aunque ello fuera contrario a lo que Santa Teresa había dejado.

En las manos de Dios
Biografía del padre Gracián

lunes, 19 de abril de 2010

De las primeras misiones...


Las dos primeras misiones son promovidas por el P. Gracián, primer provincial: visión del Carmelo Teresiano como una Orden sin fronteras; atención a los acontecimientos (“signos de los tiempos”) para responder a las llamadas de Dios; “el ir a conversiones” entra dentro de la finalidad de la vida del carmelita descalzo.

jueves, 25 de marzo de 2010

LA PRIMERA ESCARAMUZA


La publicación del opúsculo Estímulo de la propagación de la fe irritó
profundamente al nuevo provincial del Carmelo de Teresa Fray Nicolas
Doria de Jesús María.


Era este fraile oriundo de Genova en donde había nacido el año de 1539. En 1570 se trasladó a Sevilla donde ejerció el oficio de banquero con extraordinaria habilidad y fortuna en los negocios. Hasta que un día,con ocasión de un naufragio en que estuvo a punto de perecer anegado,decidió abandonar la vida que llevaba y pensar seriamente en la salvación de su alma. Tras una breve preparación se ordenó sacerdote en 1576 y conquistado por el ejemplo de su compatriota Fray Ambrosio Mariano,Carmelita Descalzo, ingresó al Carmelo de Teresa en donde profesó el año
1578. Descuella desde el primer momento como líder hábil y decidido.

A un año de su profesión es ya prior de la casa principal de los Descalzos: el noviciado de Pastrana, y en 1581 sale elegido Primer Definidor,precediendo en la votación a Fray Antonio de Jesús y a Fray Juan de la Cruz que fueron los primeros Descalzos de M. Teresa en Duruelo.

Fray Nicolás es acogido unánimemente por la Provincia Descalzadel Carmen que espera encontrar en él un guía hábil y seguro para continuar su camino de fervor y de expansión. Y desde el inicio se entrega en cuerpo y alma a su nueva empresa. De sucapacidad administrativa y organizativa ya ha dado pruebas inconfundibles y la austeridad de su vida y sus prácticas ascéticas eran conocidas de todos.

Pero ¿posee también las cualidades y experiencia de maestro de espíritu que en el plan de vida religiosa establecido por Teresa de Jesús eran fundamentales, y en las que habían sobresalido muchas prioras entre las Carmelitas Descalzas y Juan de la Cruz y Jerónimo Gracián entre los Carmelitas Descalzos?

Muy pronto mostrará quién es. La primera escaramuza la tendrá con el P. Gracián que está en Lisboa y acaba de publicar un libro que es una llamada a las misiones. Rápidamente le escribe a Gracián reprendiéndole por haber publicado el libro sin su autorización y le dice que “si tanta gana tenía de conversiones, él fuera el primero que hubiera pedido licencia para ir a ellas, y no contentarse con animar a otros quedándose él en España”. Y le manda retirar el libro de circulación. Pero el libro está distribuido o vendido y no es posible retirarlo.

Gracián contesta a Doria que en cuanto a la autorización tiene el permiso del Cardenal que en Portugal es legado a latere y que él no había caído en cuenta de que “fuera menester más licencia”. Si es por la doctrina del libro “es universal y va para todos”.

De momento quedó así. Otros acontecimientos vendrán después.

sábado, 13 de marzo de 2010

Santa Teresa de Fray Jerónimo...


En sus "Fundaciones" dice la Santa Reformadora en referencia a fray Jerónimo:

«Bien vía nuestro Señor la gran necesidad que havía en esta obra que Su Majestad havía comenzado de persona semejante. Yo le alabo muchas veces por la merced que en esto nos hizo; que si yo mucho quisiera pedir a Su Majestad una persona para que pusiera en orden todas las cosas de la Orden en estos principios, no acertara a pedir tanto como Su Majestad en esto nos dio» .

jueves, 18 de febrero de 2010

La “Josefina” del Padre Gracián


“Entre los vallisoletanos del pasado, el padre Jerónimo Gracián de la Madre de Dios es uno de los más ilustres a pesar de que no se le conozca demasiado en la ciudad. Su padre, Diego Gracián, fue uno de los humanistas y aguerridos defensores de Erasmo. Casado con doña Juana Dantisco aquí en Valladolid, el matrimonio tuvo nada menos que veinte hijos (cinco de ellos no sobrevivieron), buen número de ellos frailes y monjas, otros secretarios de Felipe II y también humanistas. Jerónimo nació en 1545, fue bautizado el 6 de junio: ahí está, en el libro parroquial de Santiago, el acta breve y clara de su bautismo. Y sabemos, además, dónde nació: “en el pasadizo de Don Alonso”, nombre que tenía entonces la calle que más tarde se llamaría de la Pasión..."


extracto del blog mondi vicinissimi

miércoles, 10 de febrero de 2010

“No será pues razón, oh siervos de Dios, que sea
bastante ninguna cosa del mundo a deteneros de ir
a predicar el reino del cielo y la paz que Cristo nos
enseñó a toda criatura; pues por causa de estar
más a punto y aparejados para cuando mandare el
Padre de compañas ir a convidar a las bodas de su
Hijo, hemos despreciado la gloria y haberes del
mundo, y armado nuestras conciencias no con
pesadas armas de hierro sino con la loriga de la
justicia, yelmo de gracia, grebas de diligencia y
brazales de fortaleza, llevando calzados con la paz
nuestros pies para predicar el evangelio de la paz.
Yo os ruego por aquel cetro real de Cristo que
pretendemos levantar, por el imperio del Crucificado
que deseamos ampliar, por la bandera de la cruz
que queremos extender y por el amor que tenéis al
Rey de reyes, Señor de los señores y Capitán
general de las batallas, ejércitos y escuadrones del
cielo y tierra, que ninguna cosa se os ponga delante
para no acometer tan alta empresa como la
conversión de las almas, pues vuestro premio está
guardado copiosamente en la bienaventuranza con
vuestros padres, los apóstoles, a quien Dios puso
por príncipes sobre toda la tierra”.


Padre Jerónimo Gracián

lunes, 1 de febrero de 2010

Su fecunda labor literaria


El padre Gracián merece un puesto destacado en la Historia de la espiritualidad, tanto por la abundancia como por la calidad de sus escritos. Su formación universitaria en Alcalá, su intimidad con santa Teresa y sus principales colaboradoras (Isabel de Santo Domingo, María de San José, Ana de Jesús, Ana de San Bartolomé, por citar sólo las más conocidas), la lectura asidua de la Sagrada Escritura y de los autores espirituales, las tres horas diarias dedicadas a la oración durante toda la vida, junto con su clara inteligencia y su memoria prodigiosa, hacen del padre Gracián un gran maestro y escritor de vida espiritual. La exposición de la doctrina teresiana es el tema que destaca con mayor fuerza en gran parte de sus escritos. A él hay que añadir las numerosas páginas autobiográficas (aun fuera del epistolario y de la
Peregrinación de Anastasio) y notables elaboraciones sistemáticas de doctrina espiritual, desde la Lámpara encendida (Pamplona 1583) hasta la Mística
teología (Madrid 1601, Bruselas 1609) o el Itinerario de los caminos de la perfección (Bruselas 1609).

miércoles, 13 de enero de 2010

Pinceladas del P. Jerónimo Gracián



En la Descalcez Teresiana , ademas del Padre Jeronimo, vivieron el Padre Lorenzo de la Madre de Dios, Maria de San Jose, Isabel de la Madre de Dios y Juliana de la Madre de Dios, en los conventos de Consuegra, Cuerva y Sevilla, las tres ultimas.

A las tres menciona la Santa en su correspondencia y las tres fueron excelentes religiosas y muy queridas en la Descalcez.

Tambien Pedro Gracian intento profesar en la Reforma, y ya llevaba 11 meses en el noviciado de Pastrana, cuando hubo de salir, por lo delicado de su salud. Luego se hizo sacerdote.

Adriana entró en las Recoletas de San Jeronimo de Madrid, llamadas de la Concepcion Jeronimas.

Fr. Silverio de Santa Teresa, o.c.d.
Festividad de nuestra M. Santa Teresa , 15 de octubre de 1932


En su variada y abundante producción no son pocas las obras que recogen el interés de fray Jerónimo por la oración. Entre ellas destaca un pequeño libro: De la oración mental, sus partes y sus condiciones. La didáctica obra para principiantes fue elaborada antes de 1585, cuando fray Jerónimo pasa de Vicario Provincial a Portugal, haciéndola editar el Lisboa en 1586. En el tratado aparece claro el método carmelitano de oración mental, con sus siete partes....

viernes, 8 de enero de 2010

En las manos de Dios

A Portugal le envían Elegido Fray Nicolás Doria como nuevo Provincial de los Descalzos propuso la división de la Provincia en cuatro distritos con un Definidor de Vicario al frente de cada una. ElP. Gracián, primer Definidor, fue nombrado para Portugal y para allá marchó. El Carmelo de Teresa tiene en Lisboa dos presencias: los frailes Carmelitas Descalzos con su convento de San Felipe y las monjas Carmelitas Descalzas con su monasterio de San Alberto en donde está como priora la gran María de San José. La ciudad tiene entonces unos cien mil habitantes.

Gracián continuará en Lisboa su gran actividad apostólica:
predicación los domingos y días de fiestas en las parroquias,visita a los cuarteles de soldados españoles, confesión a los presos, atención al hospital de soldados españoles donde “muchos morían desconsolados”.


En 1586 abre una casa de convertidas con el fin de iniciar un establecimiento para la redención de prostitutas, esto lo realiza con la ayuda del capitán Céspedes. Así mismo acoge a una comunidad de franciscanas huidas de Flandes por las luchas religiosas y luego con la ayuda del cardenal Alberto les consigue convento propio.Un desborde de caridad apostólica en la Lisboa que mira con recelo a los españoles por asuntos de dinastías y de dominios políticos.

En esas andaba cuando le llegó la noticia de la muerte de su padre acaecida el 2 de marzo. Había muerto rodeado de sus hijos y nietos. Los Carmelitas Descalzos que le asistían le dijeron poco antes de morir:“- Acuérdese de su buena amiga la santa madre Teresa de Jesús. Y Diego Gracián contestó: - Padres, aquí ha estado conmigo muy gran rato.”