miércoles, 30 de diciembre de 2009

Fray Jerónimo...


Los sólidos principios con que ántes de entrar en la Religión Fray Jerónimo habia comenzado a trabajar en el camino de la virtud y de la sabiduría, sirvieron infinito a los rápidos progresos que hizo después en una y otra, y contribuyeron á la firmeza del establecimiento de su instituto. Su ejemplar Reformadora, aunque inspirada del mismo Dios en la maravillosa obra de la reforma, y sostenida de su fuerte brazo en las terribles luchas que tenia que sufrir en sus fundaciones, acudia no obstante, al consejo de Fray Jerónimo, y en él y en la dirección de su espíritu, que también tuvo a su cargo algún tiempo, hallaba todo el consuelo que exigían sus necesidades. No se puede leer a la Santa, ni en sus cartas ni en sus fundaciones, sin encontrar repetidas pruebas de esta verdad, y con ellas materia fecundísima para formar un panegírico completo de este varón recomendable.


fuente: D. Nicolás Antonio


viernes, 11 de diciembre de 2009

Virtudes del P. Jerónimo Gracián


Las virtudes morales que en el discurso de su vida exerció Fr. Gerónimo ensalzaron su mérito, no le ensalzáron ménos su profundo ingenio, y la prodigiosa multitud de conocimientos con que adornó su alma, y enriqueció la república de las letras. Escriturario, Teólogo dogmático y místico, Jurisconsulto, Publicista, Filósofo, Orador, Poeta, Humanista, apénas hubo ciencia que no le fuese familiar. Pronto siempre al sufrimiento, lo estuvo también al estudio. Como las adversidades jamas turbaron su reposo, ni los cuidados disiparon su espíritu, en medio de los cargos, de sus persecuciones, y de su esclavitud, compuso gran parte de sus obras, dignas todas de mucho aprecio, y admirables por su extraordinaria variedad, como se puede ver en ellas mismas, y á menos costa, en el inmenso catálogo que prolixamente copia en el lugar.

domingo, 22 de noviembre de 2009

La Cruz...


"El camino de la Cruz es el más derecho para la bienaventuranza. Por eso quien se va acercando tanto a Cristo Crucificado, razón es que experimente más que otro a qué sabe la cruz de los trabajos. Aunque nunca falta un Simón Cirineo que ayude a llevar la Cruz".


P. Jerónimo Gracián


miércoles, 11 de noviembre de 2009

Carta de Santa Teresa al P. Jerónimo Gracián


Carta a Jerónimo Gracián, 19 de noviembre de 1576

Jesús sea con vuestra paternidad. Ahora ve V. P. el cansancio de las actas que el padre fray Juan de Jesús deja hechas, que, a mi entender, torna a referir las constituciones de vuestra paternidad; no entiendo para qué. Esto es lo que temo en mis monjas: que han de venir algunos prelados pesados que las abrumen, y cargar mucho es no hacer nada. Extraña cosa es que no piensan es visitar si no hacen actas. Si no han de tener recreación los días que comulgan, y dicen cada día misa, luego no tendrán recreación nunca. Y si los sacerdotes no guardan eso, ¿para qué lo han de guardar los otros pobres?
El me escribe que, como nunca se ha visitado aquella casa, fue menester tanto, y eso debe de ser. En algunas cosas bien debía hacer. Aun sólo leerlas me cansó; ¿qué hiciera, si las hubiera de guardar? Crea, que no sufre nuestra regla personas pesadas, que ella lo es harto.

jueves, 5 de noviembre de 2009

Presentación de Ntra Señora en el Templo



Una salve en eterno agradecimiento. Fue un 21 de noviembre de 1575,
fiesta de la Presentación de la Santísima Virgen María al Templo.
Jerónimo Gracián es enviado por el nuncio Nicolás Ormaneto a visitarreformar
a los Carmelitas calzados de Sevilla. Visita harto difícil que el
P. Gracián quería rehusar, más las palabras del Cardenal Quiroga le
llevaron a realizarla.

Teresa de Jesús está también en Sevilla, en la fundación del monasterio
de Carmelitas Descalzas de dicha ciudad. Ora incesantemente. Le han
llegado rumores de que los frailes quieren asesinar al P. Gracián para
que no les reforme. Había gran alboroto en la ciudad por dicha visita. Y
Santa Teresa hace una promesa: “propuse en mí, si esta Virgen acababa
con su Hijo que viésemos a nuestro padre [Gracián] libre de estos frailes
y a nosotras, de pedirle ordenase que en cada cabo se celebrase con
solemnidad esta fiesta en nuestros monasterios de descalzas”. La Virgen
María escuchó la suplica y acepto la promesa: el P. Gracián salió con
vida.


Este 21 de noviembre se cumplen 434 años de dicho acontecimiento y
en algunos monasterios de Carmelitas Descalzas cantan la

Salve Regina


a la Virgen agradeciendo este milagro.



Queda la invitación a todos los amigos del P. Gracián de celebrar

también nosotros la Presentación de laVirgen María con gran solemnidad

para dar gracias a la Madre del Señor por esta gracia recibida

en favor del P. Jerónimo Gracián y para pedir muchas otras en beneficio del mundo,

de la Iglesia, de nuestras familias. Ella nos escuchará.

Poema al P. Jerónimo Gracián



Aqui se ve retratada

una bondad perseguida,

una paciencia probada,

un raro ejemplo de vida,

de santidad culminada.

Mentira, envidia, ambición

(por divino permiso),

pretendiendo derrumbarlo,

vienen juntas a engrandecerlo

en mas gracia y perfección.


De: Tomás Gracián.

A su Hermano: Jerónimo

viernes, 23 de octubre de 2009

Pensamiento...



El camino de la Cruz es el más derecho para la bienaventuranza. Por eso quien se va acercando tanto a Cristo Crucificado, razón es que experimente más que otro a qué sabe la cruz de los trabajos. Aunque nunca falta un Simón Cirineo que ayude a llevar la Cruz.


Padre Jerónimo Gracián

lunes, 19 de octubre de 2009

Para orar...



Señor, desde este punto todas mis cosas sean vuestras: yo os las doy y pongo en vuestras manos, haced de ellas y de mí todo lo que quisiereis como de vuestra hacienda propia.


Vuestra es mi alma, mi vida, mi salud, mi contento, mi quietud, mi honra, mi hacienda y todo lo que yo en esta vida puedo tener y desear, que no quiero nada sino solo a Vos.


Si me quisiereis dar algo de esto, lo tomaré como hacienda vuestra, y si lo quisiereis quitar, no me agraviaré ni me quejaré, pues ya os lo he dado y no es mío.


Y todas vuestras cosas son mías y las tomo por propias. Vuestra honra, vuestra ley, vuestra Iglesia, vuestra fe, vuestro Padre y Madre y vuestros santos, vuestra cruz, vuestras almas que hay en la tierra.


Y de aquí adelante no quiero otra cosa sino volver por vuestra honra, guardar vuestra ley, hacer fruto en vuestra Iglesia, reverenciar y servir a vuestra Madre y a vuestro Padre Eterno y a los santos del cielo, procurar la salud de vuestras almas, sufrir vuestra cruz y todo lo que yo supiere que os da gusto y contento hacerlo, aunque me cueste la vida.


P. Jerónimo Gracián de la Madre de Dios.

miércoles, 2 de septiembre de 2009

Hacia el 4º Centenario de la Santa Muerte del P. Gracián



El 21 de septiembre de 1614 moría santamente en Bruselas,
Bélgica, el P. Jerónimo Gracián de la Madre de Dios:
Las campanas de la ciudad tocaban para el rezo del Angelus
cuando su alma volaba a la eternidad, para vivir con Dios a quien tanto
había amado y a quien había entregado su existencia, marcada toda ella
por la presencia de la Virgen María y de Santa Teresa de Jesús.
De esto, hace ahora exactamente 395 años. Este próximo 21 de
septiembre los cumple. Dentro de cinco años el calendario nos marcará
los 400 años de su muerte santa. Cinco años que nos pueden ayudar
para preparar ese cuarto siglo de su tránsito a la Casa del Padre.



Muchas personas han ido
conociendo al P. Jerónimo Gracián. Otras han encomendado a su
intercesión situaciones particulares de sus vidas y han sido escuchadas.
Muchas más se ven estimuladas en su fe por sus palabras y por su
ejemplo.


Uniéndonos en una gran cadena de oración este próximo 21 de septiembre preguntémosle a Dios
cómo preparar el cuarto centenario de la santa muerte del P. Jerónimo Gracián. ¿Qué podemos hacer? ¿Qué iniciativas se pueden tomar? ¿Qué eventos se pueden realizar?


Oremos, oremos, oremos, busquemos en todo momento sólo y únicamente el querer de Dios para estepróximo centenario de la muerte del P. Jerónimo Gracián. Y lo que el Señor les vaya inspirando en la oración, comunicarlo al email padregracian@gmail.com para que juntos caminemos a este próximo cuarto centenario el año 2014.


21 de Septiembre de 1614


"A las seis de la tarde expiró muy suavemente,

sin dolor excesivo ni trabajo, porque a quien

tantos habia dado en vida, quizo privarle de

ellos en la muerte"

domingo, 2 de agosto de 2009

EN LAS MANOS DE DIOS...biografia del P.Gracian


BALANCE DE UN GOBIERNO


En 1585 finaliza el P. Gracián su servicio de gobierno al Carmelo de Teresa. Fueron doce años continuos desde 1573 a 1585. Es verdad que sólo a partir de 1581 ejerce este servicio como Provincial, pero desde 1573 están en sus manos los destinos de la familia religiosa fundada por Santa Teresa.

De suma importancia son las palabras de Santa Teresa para entender el rol que jugó Jerónimo Gracián en este período de la historia de los Carmelitas Descalzos: “vino a tiempo”. El texto de Teresa es más largo pero vale la pena ponerlo acá: “que aunque no fue el primero... vino a tiempo que algunas veces me pesara de que se había comenzado si no tuviera tan gran confianza de la misericordia de Dios” y añade a continuación para aclarar, “digo las casas de los frailes, que las de las monjas, por su bondad, siempre hasta ahora han ido bien”, es decir que la dificultad no estaba en sus monjas, la dificultad la encontraba Teresa en sus frailes, y lo que ella veía era esto:

- No tenían Provincia sino que eran gobernados por los Calzados.
- No tenían Constituciones como las que tenían las monjas descalzas carmelitas.
- En cada casa hacían como les parecía y así a unos le parecía una cosa y a otros otra.
Y exclama “harto fatigada me tenían algunas veces”.

Todo este panorama, un tanto sombrío, “remediólo nuestro Señor por el Padre Maestro Fray Jerónimo de la Madre de Dios, porque le hicieron Comisario Apostólico y le dieron autoridad y gobierno sobre los Descalzos y Descalzas”.

¿En qué consistió este servicio de gobierno del P. Jerónimo Gracián? Podemos hablar de importancia hacia adentro y de importancia hacia afuera.

Hacia adentro, reconduciendo al grupo hacia una vida interior, gobernando con suavidad y firmeza, buscando el bien de la persona y alimentando su espíritu con letras “pues las letras son buen medio para la virtud”.

Hacia afuera, con la consolidación de las comunidades existentes y con nuevas fundaciones. La expansión se orientó a fundar casas de estudio en las ciudades universitarias (Valladolid, Salamanca), abrirse a otros reinos (Navarra, Portugal, Génova) y hacerse presente en los campos de primera evangelización (Congo).

Un nuevo período se abre ahora en la vida del P. Gracián. 1585 marca un punto de llegada y un punto de partida. Hay relevo en el gobierno, pues las reelecciones están prohibidas por las Constituciones de los Descalzos Carmelitas. Aparece ahora en escena un nuevo Provincial de la familia teresiana: Fray Nicolás de Jesús María (Doria).

martes, 2 de junio de 2009

Vi su rostro muy resplandeciente y hermoso!


En las manos de Dios. Biografía del P. Gracián.


Vi su rostro muy resplandeciente y hermoso: Teresa de Jesús y Jerónimo Gracián


En su soledad de huérfano, Gracián siente la presencia y asistencia de Madre Teresa. Sabe de las manifestaciones prodigiosas que han ocurrido a su muerte y ha mandado a las hermanas escribirlas, porque “así como Dios hizo con ella cosas maravillosas en la vida, ha usado algunas maravillas en su muerte, las cuales servirán para animar a sus hijas, afervorarlas en el espíritu, y dar autoridad a sus consejos, ejemplos y amonestaciones que dejó escritas”.

Ocurrió el domingo primero de cuaresma, 27 de febrero de 1583. Ese día había predicado dos sermones en la catedral de Sevilla. Por la noche, en su celda del convento de los Remedios, estando rezando maitines,

“levanté mis ojos y vi una luz clara, mucho más blanca, sutil y delicada que la luz de candela y aun del sol… En esta luz vi su rostro muy resplandeciente y hermoso, no de tanta edad como ella murió, sino como si fuera de cuarenta años. Y en lo interior oí estas palabras, pero no con los oídos exteriores del cuerpo:

“Nosotros los del cielo y vosotros los de la tierra seamos una cosa en pureza y amor: nosotros gozando y vosotros padeciendo. Y lo que nosotros hacemos acá con la esencia divina, haced allá vosotros con el Santísimo Sacramento. Y di esto a todas mis hijas”.

Jerónimo Gracián comunicó a las hijas de Teresa este mensaje recibido, que no solo es para ellas sino también para nosotros. Renovemos durante este mes esa unión entre el cielo y la tierra viviendo en oración amorosa ante el Santísimo Sacramento.

sábado, 23 de mayo de 2009


NUEVOS TEXTOS DEL P. GRACIÁN DE LA MADRE DE DIOS

Julen Urkiza, OCD
Hace poco, en noviembre de 1603, en un breve viaje de investigación enrelación a las Carmelitas candidatas para la fundación del Carmelo parisino, teniendo noticias de una carta de Ana de San bartolomé (Tomás SOBRINO CHOMÒN, San José de Ávila, 1997, p 296) fuí a la Biblioteca Pública de Àvila, a comprobar si la carta me era conocida o no. Se trataba de una copia de una carta que ya lo tenía publicado según el autógrafo que se halla en las Carmelitas de dan José del Àvila; estaba escrita a su sobrino Toribio Manzanas (cf.carta 261 de la publicación publicada); la carta se halla con la signatura 96/3/3282.

Pero tuve la sorpresa de que junto a esta carta copia de la Beata había otros papeles referentes al P. Jerónimo Gracián de la Madre de Dios. También eran copias: se trataba de los tres textos que publico a continuación, más otra carta escrita a Pedro Verezo Pardo, con fecha de 2 de Mayo de 1612, que ya está publicada en la edición de las Cartas del P. Gracián, preparada por Luis Astigarraga en Roma en 1989 (carta 216,p.538-539, MHTC,9).

Este hallazgo tuvo lugar cuando yo estaba preparando la publicación de la carta autógrafa de Ana de San Bartolomé, hallada en la parroquia de Budia (Guadalajara). Así pensé aprovechar el momento y dar cuanto antes a conocer también los papeles del P. Gracián.

La carta que publicamos del 20 de agosto ayuda a cubrir, aunque sea mínimamente, el pequeño vacío que existe en el espistolario de Gracián respecto al período de nueve meses de su estancia en Nápoles (1598), pues no se conocía más que dos cartas, escritas el mismo día, 1 de junio de 1598, a su madre Juana y al Hno. Francisco del Niño Jesús (cf. MHCT 9, cartas 73 y 74).

Sobre los motivos de su estancia en Nápoles no están del todo aclarados, según nos dice Luis Astigarraga; entre otros se nos da uno en esta carta: "entretando aqui andamos en esta Nápoles, que es una gran Babilonia, peleando con penados"; y renglones más abajo repetirá la idea diciendo que tiene "las ocupaciones de Marta acudiendo a quitar penados"; varios meses más tarde hablará de las ocupaciones bien graves y del servicio de Dios" que ha tenido en Nápoles (cf. MHCT 9, Carta 76).

Mientras el P. Gracián estaba dedicado a esta actividad, al parecer el motivo principal de su estancia, seguirá escribiendo: elcomentario a la Regla del Carmelo, y también redactará para el Papa "un gran memorial del modo de las reformaciones".



jueves, 14 de mayo de 2009



Carlos Ros :
«Santa Teresa esperaba a Gracián: alguien inteligente y capaz de gobernar»
Por ÁNGEL PÉREZ GUERRA
18-1-2007 12:06:19


-Disipe tergiversaciones. ¿A qué se refiere con lo de «el hombre de Teresa de Jesús»?


-Cuando Gracián se conoce con Teresa de Jesús ella tiene 60 años y él tiene 30. Cuando yo le pongo al libro «el hombre de Teresa de Jesús» me refiero fundamentalmente a la función. Ella es una mujer que reforma la orden carmelitana, cosa realmente inédita en un mundo tan machista como lo era el siglo XVI. Siempre era un fundador y al calor de él iba una fundadora. Pero ella, que no tenía problema en la reforma femenina sí que lo tenía con los hombres.


Los hombres seguían con sus penitencias antiguas, pero con un desorden tremendo.

Aquél que tenía más penitencias era más santo. Teresa era una mujer lógica y necesitaba un hombre. Los primeros que le vinieron fueron dos padres carmelitas: uno recién llegado,

que era fray Juan de la Cruz, y el otro fray Antonio, que ya pertenecía a los carmelitas calzados. Ella decía que tenía fraile y medio, porque Juan de la Cruz era muy pequeñito.


Encuentra ese hombre en Gracián. Cuando ella viene a fundar a Beas,

ya estaban ambos dentro de la reforma, pero no se conocían, aunque se habían carteado.

Gracián estaba por Andalucía como comisario para la reforma del Carmen.

Al volver a Madrid se pasa por Beas y se conocen. Ese encuentro de un mes fue providencial.

conocen. Ese encuentro de un mes fue providencial.


-Pero ella le llama su «desaguadero», dice que es como un ángel y hasta tiene una visión en la que celebra sus desposorios con él ante Cristo.


-Naturalmente que tiene que haber afecto, pero no en el sentido del morbo. Santa Teresa está ya fuera de lugar en ese aspecto. Aunque en una relación hombre-mujer siempre hay una afectividad. Él se abochornaba muchas veces, porque Santa Teresa era tan espontánea..., y además tenía edad para serlo.

Cuando escribe el libro de las Fundaciones, hay un capítulo entero dedicado a Gracián,

pero no lo hay dedicado a San Juan de la Cruz.

Más de cien cartas de sus obras completas son dirigidas a Gracian.


-¿Alguna vez se ha planteado qué habría ocurrido si Santa Teresa y Gracián hubieran tenido una edad similar?


-No lo sé. Santa Teresa estaba esperando una persona con la inteligencia y la capacidad de gobierno suficiente para poner en orden a los conventos masculinos. Gracián era un ingenuo, aparte de ser una persona tremendamente inteligente. Eso le venía de familia.


-¿Cómo era ese ambiente familiar?


-Su padre era un erasmista, que cuando era joven se reía de los frailes en las tertulias de la corte de Carlos V. Fue secretario del emperador. El padre estudió en París y en Bruselas.

Tenía un dominio total del latín y del griego. La diplomacia de entonces funcionaba con el latín. Pero era muy buena persona. Tenía veinte hijos, y no medró en la política. Le costaba mucho alimentar a tantos hijos. Cuando Gracián tenía diez o doce años, su padre le leía a Homero.

Su madre, que era mucho más joven salió de una relación entre un polaco que era embajador en la corte de Carlos V y tuvo una relación con una mujer de Valladolid.

De ahí surgieron dos hijos. Uno murió con dos años, y la pequeñita.

Cuando volvió a su patria, lo hicieron obispo.

El abuelo materno de Gracián fue obispo en Polonia.

El padre de Gracián, Diego, se casó con la niña cuando él tenía 40 años y ella 10, más que nada por salvarla de la situación en que quedaba. Había sido amigo de su padre en la corte.

Fue una familia de casta intelectual.

De los 16 hermanos que sobrevivieron, hubo alguno que fue secretario de Felipe II.

Jerónimo Gracián estudió en Alcalá, pero antes de terminar el doctorado buscó una vida de perfección.


-Muchos teníamos entendido que la rama masculina del Carmen descalzo se debe a San Juan de la Cruz.


-San Juan de la Cruz era un santazo, un hombre místico que vivía en las alturas del Monte Carmelo. Era el intimista, el hombre que vivía en el desierto.

Santa Teresa buscaba el silencio pero unido a la actividad apostólica.

Esto no lo entendía San Juan de la Cruz y sí que lo entendió Gracián.

Cuando Gracián deja el provincialato lo asume un italiano que se llama Doria, un psicópata que se carga a San Juan de la Cruz y expulsa a Gracián dos meses después de la muerte de aquel .

sábado, 2 de mayo de 2009

EN LAS MANOS DE DIOS...de la biografia del P.Gracian


'SIEMPRE HEMOS DE ANDAR JUNTOS'

Teresa de Jesús y Jerónimo Gracián.


Al P. Gracián le llegó la noticia de M. Teresa el 22 de octubre de aquel año de 1582, estando en Beas de Segura, lugar a donde se habían encontrado por primera vez en la primavera de 1575.


Ese día y los siguientes escribió una especie de diario sobre lo vivido,

páginas que son una delicia espiritual en donde se puede palpar el cariño entrañable

de este hijo para con su M. Teresa y los sentimientos que le embargaron esos días.


En dichas páginas llama a M. Teresa con el nombre de Angela y él se nombra a sí mismo

con el nombre de Eliseo, pues en vida usaban dichos pseudónimos en las cartas.


Aqui, siguen unos párrafos de dicho diario para que entren en los sentimientos del P. Gracián

y en lo vivido esos días...


“22 de octubre del año de 1582.

Este día como a las cuatro de la tarde, supo Eliseo que Angela se había subido al cielo a gozar

de Dios. Y luego hizo lo que otras veces suele en semejantes golpes, que es acudir al Santísimo Sacramento y amarle como aquel que es infinitamente bueno e infinitamente consuelo.
Al cabo de un rato hablaba a su Virgen con aquella gravedad a blandura que suele, y le aseguró riéndose “Aquí estoy, ¿qué Madre te falta? Yo soy tu Madre”.



Fuese a acostar atribulado y afligido; y aunque durmió luego algo, luego despertó presto;

y no estando la cabeza para ello, no se atrevió a levantar, mas allí en la cama parecióle

que veía a su Angela cabe sí, alegre, y dijo estas palabras:

“Aún no me he apartado, que siempre hemos de andar juntos, y ahora te ayudaré de veras”.


Eliseo le dijo:

“Angela, hazme heredero de los bienes que acá tenías, pues me queda el cuidado de las almas de tus hijas”.
Aquí parece que le daban a Eliseo unas ganas de mudarse el nombre y llamarse Jerónimo de Jesús. Y así, se quedó rogando a Cristo y a la Virgen y a Angela que le diesen los bienes

de Angela y parece que le daban luz que los había de alcanzar, y que quería Angela que los comunicase a sus hijas.

Con esto, se resolvió Eliseo aquella mañana en lo que siempre suele,

que es hacer en todo lo más agradable a Dios.


A la mañana del sábado de Todos Santos, se hizo el oficio cantado,

diciendo la misa y postrera lección Eliseo.

Y al tiempo del memento de la misa, vino Angela y la Virgen, y delante de Cristo crucificado hicieron proponer a Eliseo otra vez el mismo propósito de hacer la mayor voluntad de Dios,

y procurar muy de veras el estar con mucha atención a la misa, y como que me tornó a encomendar la Orden”.



EN ALABANZA DE CRISTO ... Amen!

viernes, 24 de abril de 2009


Nápoles, 20 deAgosto de 1598


Copia en la Biblioteca Pública de Ávila, 96/3/3282*.


Le agradece las noticias enviadas. Está esperando la llegada del Papa y de un tiempo menos caluroso para ir a Roma. Tiene escrito para el Papa un memorial del modo de las reformaciones.


+Jhs María

Recibí una v.m , de 14 de julio, en que venía la nueva de la muerte de Dª Catalina de Castilla y de las demás enfermas a las cuales encomiendo a Nro Sr muy de veras con todas las religiosas de ese convento a quien tengo por verdaderas hermanas, y háceme V.C. mucho regalo en darme particular relación de ellas.

Estoy esperando el tiempo fresco para volver a Roma y que haya venido el Papa, que esperábamos .

Entretanto aquí andamos en esta Nápoles, que es una gran Babilonia, peleando con penagos. Encomiéndeme a Dios, que bien lo he menester, aunque, gloria a Dios, ando bueno de salud; que los trabajos cuando no son por mal pretendencias sino por la gloria del Señor causan poco, y lo que más causa es ver las pocas fuerzas que tenemos para lo mucho que Dios merece ser servido; y cuánta flaqueza mostramos después de tantos propósitos que cualquier viento por pequeño que sea nos desvela.

Ha dias que no doy nada de cosas de estudio por el gran calor y las ocupaciones de Marta acudiendo a quitar penados. Ahora que viene el buen tiempo me tornaré a recoger, prosiguiendo la declaración de una Regla en claro que sea provechosa para qualquier Descalzas María , Isabel y Juliana les aprovechará lo que se hace para v.m.


No será dañoso que le hago saber que el otro día cuando caí malo de unas calenturas púsoseme en la imaginación que me habia de morir y apretavanme cosas de la religión, las quales aunque no se pueden dejar de hacer según gusta el mundo y las religiones los confesores pasan por ella, como Dios es amigo de las cosas perfectas y leyendo las historias de los Fundadores de las Ordenes vemos que piensan de otra manera, da alguna pena y la mayor no saber cómo se enmendarán entre ellas es que el tener algunas cosas a quien el convento no da lo necesario, el dar profesión sin que haya cuidado de obedencia como se usa por esos conventos de Italia.

Dios lo remedie.


Tengo escrito para el Papa un gran memorial del modo de las reformaciones, para que ya que mis padres no gustan que les ayude a su Orden pueda aprovechar el talento para otras que aquí se aprovechan, y aunque con mal italiano creo que harán fruto pláticas que aquí se hacen en algunos conventos de religiosas de esta. Aqui hay muchos y muchas de muy buenos, dispuestas [?], y no dejan descansar.


Dios dé fuerzas y a V.R. y las demás hermanas así las Carmelitas como las de esa

casa la salud siempre y gracia deseo y ruego.


De Nápoles, 20 de agosto 1598.


Fr. Jerónimo Gracián de la Madre de Dios


A Adriana del Espíritu Sto
en el convento de la Concepción Germa de Madrid

viernes, 27 de marzo de 2009

Carta de Santa Teresa al Padre Gracian




Carta XXIII

Al mesmo padre fray Gerónimo Gracián de la Madre de Dios.
Jesús

1. La gracia del Espíritu Santo sea con vuestra paternidad, padre mío. Yo he recibido tres cartas de vuestra paternidad por la vía del correo mayor, y ayer las que traía fray Alonso. Bien me ha pagado el Señor lo que se han tardado. Por siempre sea bendito, que, está vuestra paternidad bueno. Primero me dio un sobresalto, que como dieron los pliegos de la priora, y no venía letra de vuestra paternidad en uno, ni en otro, ya ve lo que había de sentir. Presto se remedió. Siempre me diga vuestra paternidad las que recibe mías, que no hace sino no responderme a cosa muchas veces, y luego olvidarse de poner la fecha. [118]

2. En la una, y en la otra me dice vuestra paternidad que cómo me fue con la señora doña Juana; y lo he escrito por la vía del correo de aquí. Pienso viene la respuesta en la que me dice viene por Madrid; y ansí no me ha dado mucha pena. Estoy buena, y la mi Isabel es toda nuestra recreación. Extraña cosa es su apaciblimiento, y regocijo. Ayer me escribió la señora doña Juana. Buenos están todos.

3. Mucho he alabado al Señor de como van los negocios: y hanme espantado las cosas que me ha dicho fray Alonso, que decían de vuestra paternidad. Válame Dios, qué necesaria ha sido la ida de vuestra paternidad. Aunque no hiciese más, en conciencia me parece estaba obligado, por la honra de la Orden. Yo no sé cómo se podían publicar tan grandes testimonios. Dios los dé su luz. Y si vuestra paternidad tuviera de quien se fiar, harto bueno fuera hacerles ese placer de poner otro prior; mas no lo entiendo. Espantome quien daba ese parecer, que era no hacer nada. Gran cosa es estar ahí quien sea contrario para todo; y harto trabajo, que (si fuera bien) lo rehusase el mesmo. En fin no están mostrados a desear ser poco estimados.

4. (La mejor oración es la que tiene mejores dejos, confirmados con obras). No es maravilla, que teniendo tantas ocupaciones Pablo pueda tener con José tanto sosiego: mucho alabo al Señor. Vuestra paternidad le diga, que acabe ya de contentarse de su oración, y no se le dé nada de obrar el entendimiento, cuando Dios le hiciere merced de otra suerte; y que mucho me contenta lo que escribe. El caso es, que en estas cosas interiores de espíritu la oración más acepta, y acertada es la que deja mejores dejos. No digo luego al presente muchos deseos; que en esto, aunque es bueno, a las veces no son como nos los pinta nuestro amor propio. Llamo dejos, confirmados con obras, que los deseos que tiene de la honra de Dios, se parezcan en mirar por ella muy de veras, y emplear su memoria, y entendimiento en cómo le ha de agradar, y mostrar más el amor que le tiene.

5. ¡Oh que ésta es la verdadera oración! Y no unos gustos para nuestro gusto, no más; y cuando no se ofrece lo que he dicho, mucha flojedad, y temores, y sentimientos de si hay falta en nuestra estima. Yo no desearía otra oración, sino la que me hiciese crecer las virtudes. Si es con grandes tentaciones, y sequedades, y tribulaciones, y esto me dejase más humilde, esto ternía por buena oración; pues lo que más agrada a Dios, ternía por más oración. Que no se entiende, que no era el que padece, pues lo está ofreciendo a Dios, y muchas veces mucho más, que el que se está quebrando la cabeza a sus solas, y pensará, si ha estrujado algunas lágrimas, que aquello es la oración. [119]

6. Perdone vuestra paternidad con tan grande recaudo, pues el amor que tiene a Pablo lo sufre, y si le parece bien esto que digo, dígaselo, y si no, no; mas digo lo que querría para mí. Yo le digo que es gran cosa obras, y buena conciencia.

7. En gracia me ha caído lo del padre Joanes; podría ser querer el demonio hacer algún mal, y sacar Dios algún bien dello. Mas es menester grandísimo aviso, que tengo por cierto, que el demonio no dejará de buscar cuantas invenciones pudiere, para hacer daño a Eliseo, y ansí hace bien de tenerlo por patillas. Y aun creo no sería malo dar a esas cosas pocos oídos; porque si es porque haga penitencia Joanes, hartas le ha dado Dios, que lo que fue por sí solo, que los tres que se lo debían aconsejar, presto pagaron lo que José dijo.

8. De la hermana san Gerónimo, será menester hacerla comer carne algunos días, y quitarla la oración, y mandarla vuestra paternidad que no trate sino con él, o que me escriba, que tiene flaca imaginación, y lo que medita le parece que ve, y oye; bien que algunas veces será verdad, y lo ha sido; que es muy buena alma.

9. De la hermana Beatriz me parece lo mesmo, aunque eso que me escriben del tiempo de la profesión, no me parece antojo, sino harto bien. También ha menester ayunar poco. Mándelo vuestra paternidad a la priora, y que no las deje tener oración a tiempos, sino ocupadas en otros oficios, por que no vengamos a más mal; y créame, que es menester esto.

10. Pena me ha dado lo de las cartas perdidas; y no me dice si importaban algo las que perecieron en manos de Peralta. Sepa que envío ahora un correo. Mucha, mucha envidia he tenido a las monjas, de los sermones que han gozado de vuestra paternidad. Bien parece que lo merecen, y yo los trabajos; y con todo me dé Dios muchos más por su amor. Pena me ha dado el haber de irse vuestra paternidad a Granada: querría saber lo que ha de estar allá, y ver cómo le he de escribir, o a dónde. Por amor de Dios lo deje avisado. Pliego de papel con firma no vino ninguno: envíeme vuestra paternidad un par dellos, que creo serán menester, que ya veo el trabajo que tiene, y hasta que haya alguna más quietud, querría quitar alguno a vuestra paternidad. Dios le dé el descanso, que yo deseo, con la santidad que le puede dar. Amén.
Son hoy veinte y tres de octubre.

Indigna sierva de vuestra paternidad.

Teresa de Jesús. [120]

Notas.

1. Esta carta de santa Teresa, con ser así que es familiar, y que se conoce, que no puso cuidado en escribirla, es de las más discretas, y espirituales, que aquella santa pluma dejó a la Iglesia; y señaladamente el recado, que envía a Pablo para José, es un pedazo de oro místico, que cuantos tratan de vida interior habían de estamparlo en sus almas.
Llama José a la madre María de san José, priora de Sevilla. Y en esta misma carta nombra al padre fray Gerónimo Gracián, ya con el nombre de Pablo, ya con el de Eliseo; que a toda esta atención, y recato, obligó a la Santa la persecución de aquellos tiempos.

2. En el número primero se conoce bien el amor, que tenía al padre Gracián en el cuidado de su salud, y en el ansia de sus cartas, y quejas que le da de que no le respondía a todo, como deseaba.
Verdaderamente, que entrambos hacían el oficio de padre, y madre de la reforma; porque santa Teresa, como madre amante tierna de sus hijos, e hijas, siempre vivía con una perpetua, y santa inquietud, y deseo de saberlo todo. El padre fray Gerónimo Gracián por otra parte, entregado al gobierno, y bien de las almas, y a las operaciones de la reformación, no se acordaba algunas veces de responder, ni de poner la fecha en sus cartas, ni aun de escribirlas.

3. En el número segundo nombra a la hermana Isabel de Jesús, hermana del padre Gracián, que tomó el hábito en Toledo, siendo de poca edad, y a la señora doña Juana, que era doña Juana de Antisco su madre, dichosa sin duda en tener tales hijos, e hijas; pues casi todos fueron espirituales habitadores del Carmelo. Pasó esta señora por Ávila, estando allí la Santa, a dar el hábito en el convento de Carmelitas descalzas de Valladolid a una hija suya, hermana del padre Gracián, que se llamó María de san José, como queda dicho en la carta antecedente, núm. 6, y en las notas, núm. 18.

4. En el número tercero dice la Santa: Que le han admirado los testimonios, que le levantaron en el Andalucía. Ninguno como la Santa se podía admirar de eso; porque tenía bien experimentada su excelente virtud.
Añade luego: Que fue necesaria su ida, para que se desapareciesen aquellos nublados. Porque no hay duda alguna, que la presencia, candidez, y sinceridad de un varón espiritual, es como el sol, que en saliendo, ahuyenta las tinieblas espesas de calumnias, y mentiras. Y luego dice: Que dé Dios luz a los que publicaban tan grandes testimonios. Pedíale a Dios la Santa lo que habían menester, luz para ver la virtud deste varón de Dios; porque sin ella, en nuestra fragilidad lo bueno parece malo, y lo malo bueno.

5. En el mismo número habla la Santa de alguna elección de prior, que había hecho el padre fray Gerónimo en algún convento de la Observancia, de la cual entonces era visitador, y dice una cosa bien discreta, entre otras: Que es gran cosa que esté allí quien sea contrario para todo. Como quien dice: Se vive con grande atención con los enemigos a la vista; y con esa atención se vive mejor. Si no estuviéramos ciegos, podríamos [121] reconocer, que comúnmente hablando, debemos mucho más a los enemigos, que a los amigos; porque estos las más veces nos lisonjean, y adormecen; pero aquellos en el camino de espíritu nos despiertan, y ejercitan.

6. Luego habla en el número cuarto en sus santas cifras, y entiendo, que llama Pablo al padre Gracián; y no me admiro, siguiendo, e imitando (según el espíritu que Dios le comunicó en su santo ejercicio) al apóstol de las gentes.

7. Dale luego por aviso para un alma espiritual (que como hemos dicho era la madre María de san José, priora de Sevilla) que le diga: Que acabe de contentarse de su oración. De explicación necesita esta máxima. El contentarse una alma de su oración, puede ser de una de dos maneras, o con propia satisfacción, y presunción de que anda segura en su camino, sin el santo temor, con que es bien que vivamos, y más en lo místico: y no es esto lo que dice la Santa, porque ese género de contento sería muy peligroso. El segundo modo de contento es, quietándose, y sosegándose en el camino que Dios la lleva, sin andar mudando caminos, sino contenta, y resignada de que haga Dios su voluntad; y esto es lo bueno, y perfecto, y lo que aquí aconseja la Santa.
8. Desde este número cuarto, en que comienza a hablar de espíritu, todo lo que dice había de estar escrito con letras de oro; y pido atención a quien lo leyere, y que vuelva a leerlo, y aun decorarlo: porque este recado de la Santa pesa más que muchas cartas reales, y que muchísimos tratados, que se han escrito en la Iglesia de Dios.

9. Entra asentando una máxima grande, que es, que no se le dé nada de que no obre en su oración el entendimiento, cuando Dios se la gobernare de otra manera; esto es, que si la voluntad arrebata al entendimiento, y Dios la ha encendido de suerte con su amor, que él calla, y ella se abrasa, y a la meditación pasó a contemplación; y entienda entonces, que los discursos que fueron buenos para medios, los deben dejar en llegando al fin: y no sólo los ha de dejar, sino que se los harán dejar; porque en estando el alma enamorada de Dios, ¿para qué quiere los discursos, sino dejarse en todo llevar de Dios, y abrasarse de Dios?

10. Yo dijera, que en la oración hay discurrir para amar, y hay discurrir con amor; y hay amar sin discurrir. Discurrir, y meditar para amar, es santo, y bueno; pero el discurrir llevada el alma del amor, y con la fuerza del amor, es mejor: pero con la fuerza grande del amor de Dios, que cesen los discursos, y se abrase el alma en amor sin discursos, y se apodere de tal manera del alma el amor, que la desnude de todos discursos, este es más perfecto, y vivo amor.
Aquello primero parece que lo hago yo sólo; aunque ni eso podría hacer sin la gracia: esto segundo lo hacen en concurso el alma, y Dios: lo tercero parece que lo hace Dios sólo en el alma; porque el alma obra cuanto quiere Dios, pero más padece que hace: y esto es lo que san Dionisio llama, en mi sentimiento: Pati divina (san Dionisio), padecer lo humano con lo divino; esto es, padecer en lo humano, que es el alma lo divino que obra Dios en el alma.
¿Pero quién nos mete en eso a los pecadores, sin entenderlo, ni tratar de Dios, ni de espíritu? Él se apiade de mí, y me tenga en sí, y me [122] lleve a sí. ¡Oh Señor! Las monjas nos arrebatan a los superiores el cielo, porque nos arrebatan la oración, que las lleva al cielo. Dadnos oración de monjas, y tendremos virtudes de obispos.

11. Luego en el mismo número dice otra máxima admirable, que si la primera era de oro, esta segunda es de diamantes: Créame, padre (dice), que la mejor oración, es la que deja el alma fervorosa. Como si dijera: Aquella es mejor oración, que desde la oración, lleva luego al alma a la acción, a la obediencia, al servir, al agradar a Dios, al ejercitar las virtudes: no sólo deja deseos, sino deseos eficaces, y prácticos; y tales, que si desea obedecer, obedece: si desea trabajar, trabaja: si desea humillarse, se humilla: si desea padecer, padece: finalmente, que reduce el amar a Dios a servir a Dios.

12. Refiérese, que delante de un pontífice se arrobó un varón espiritual, y levantose mucho de la tierra, de suerte, que el pontífice con gran devoción le besó los pies, estando en el aire. Volvió a tiempo que lo pudo ver el estático; y de donde le había de resultar confusión, le resultó soberbia; y se tuvo por grande, el que había de humillarse hasta los abismos, de puro pequeño; y díjole bien otro espiritual, que estaba allí: ¡Oh desdichado! Subiste serafín, y bajaste Lucifer. Es menester que entendamos, que así como la meditación ha de llevar al amar, el amar ha de llevar al obrar, y al humillarse: y así como la consideración me ha de llevar a la contemplación, la contemplación me ha de llevar a las virtudes de la acción, y a toda acción, y ejercicio práctico de las virtudes.
Esta es la razón por que el Señor no puso la oración por indicación del buen espíritu, sino a las obras por indicación de la oración, cuando dijo: No puede el buen árbol dar mala fruta; ni dar buena fruta el mal árbol: por la fruta conocerás el árbol: Ex fructibus eorum cognoscetis eos (Matth. 7, v. 17 et 18). Como si dijera: Mirad a las virtudes del espiritual, y conoceréis el espíritu del espiritual.

13. Todo el número quinto es celestial, ponderando lo que conviene tener por perfecta oración la que más limpia el alma, y la que más la purifica: y por mejor la que la lleva más eficazmente a las virtudes, la que a ellas las guía, y alumbra, para que obre con mayor limpieza de afectos; y acaba con grandísima gracia: Mejor que la que se está quebrando la cabeza a sus solas, y a pura fuerza ha estrujado algunas lágrimas, pensando que aquello es la oración.
Habla aquí la Santa de las almas que quieren hacerse oradoras, y espirituales a fuerza de fuerza; siendo así, que quiere (como decía a otro propósito un cortesano) mucho más maña que fuerza; esto es, que quiere más ponerse delante de Dios en humildad, en resignación, en ansia de que haga su divina Majestad su voluntad en el alma, en confesarse indigna, pobre, miserable, reconocerse hija de su gracia, y en conocer que no hay en ella cosa buena, si no la pone su misericordia, en negarse a todo lo que no fuere su amor, y voluntad, en hacerse pobre de aquella riqueza, y mendiga de aquella eterna liberalidad; que no en querer a fuerza de fuerza, y de diligencias con un género de propiedad, tal, que le parece que lo ha de alcanzar por sus manos, hacerse el alma santa, pura, espiritual, y devota. [123]
¡Oh almas espirituales, y lo que dice en esto la Santa! ¡Oh almas! Que doctrina esta para humillarse, y confundirse, y tenerse por nada delante de Dios, y ponerse nada en sus manos, para salir todo de sus manos, y en saliendo todo de sus manos, volver luego a quedarse en su nada.

14. Finalmente los que lo practican, y lo entienden, lo expliquen: que no sé más que sentir, y oler como de lejos (porque no lo alcanzo de cerca) que esto que aquí dice la Santa es todo celestial, y es doctrina de san Pablo, y de san Agustín, en infinitas partes defensores acérrimos de la gracia, a la cual nos debemos todos, y del todo, y ella nos da la penitencia, y las lágrimas; y así yo pecador, y miserable, querría ser hijo humilde, y siervo fiel de la gracia, y de la divina misericordia; y no de mí mismo, y de la soberbia aborrecible de mis mismas obras, y propietarios desos: No yo, no yo, sino la gracia de Dios conmigo: Non ego, sed gratiæ Dei mecum (1, Cor. 15, v. 10).

15. Y dice discretamente la Santa: Pensará que estrujando algunas lágrimas, porque aquella palabra estrujar, dice una fuerza a las lágrimas, que salen por prensa, y es como si las sacaran por alambique, no corren como el agua aquellas lágrimas, sino que se sudan, violentan, y destilan, y son más hijas de la propia voluntad, que no de la gracia, y devoción. Porque verdaderamente las lágrimas, si ellas no se vienen, muy dificultosamente se traen; esto es, si Dios primero no las envía al corazón, tarde, y sin fruto saldrán a los ojos, desde el corazón. Dios nos libre del que llora cuando quiere, que es señal que llora de suyo, y no llora de Dios: las lágrimas las da Dios cuando quiere, y porque quiere; y por eso se llama don de lágrimas, porque es dado, no debido, ni tomado por sus propias manos, sino enviado por las de Dios.
Si este don estuviera en nuestra mano, o siempre habíamos de llorar nuestras culpas, si no lo viesen los prójimos, habiendo riesgo de vanidad; o nunca, habiendo este riesgo, habíamos de llorar; más vale que llore el alma allá dentro con los ojos enjutos del cuerpo, que no que llore el cuerpo muy seca, y enjuta el alma.

16. Después de haber dicho la Santa divinidades, dice al padre Gracián en el número sexto: Que se lo diga a José (esto es, a la madre María de san José) si le pareciere bien esto: pues el amor que tiene a Pablo (esto es, al mismo padre Gracián) lo sufre. Y parece también esto, que podía decirlo este padre, no sólo a la madre María de san José, sino a todos los que tratan de espíritu, para su aprovechamiento.

17. Al fin del número sexto acaba su discurso con dos palabras, que habíamos de sobreponerlas escritas en las puertas de nuestros aposentos, y aun en nuestros corazones, diciendo: Yo le digo, padre, que es gran cosa, obras, y buena conciencia. ¡Oh qué dos palabras! Obras, y buena conciencia. Reducir el amor al obrar, el obrar a limpiar el alma con la escoba espiritual del amor, es lo mejor del espíritu. Contemplación, y obras, y buena conciencia.

18. Ha hablado de la contemplación, y del amor, y luego reduce este amor a obras, y a buena conciencia con amor. No hay cosa más fuerte, para no dejarse vencer de lo que a Dios ofende, que el amor: no hay cosa más eficaz que el amor, para echar del alma lo que a Dios ofende. [124] Dénmela enamorada, que yo se la daré limpia; y si está poco limpia, no está muy enamorada. Cuanto crece el amor de Dios, tanto crece la pureza del alma; y cuanto descaece aquel, descaece también esta.
Mudose el buen color, dice Jeremías (Thren. 4, v. 1), y fue porque se mudó el amor. Tantos quilates, cuantos se pierden de amor, se va perdiendo de pureza. Amor, obras, y buena conciencia con amor de Dios es toda la vida del espíritu, y de aquí sólo depende toda la ley, y profetas.

19. En el número sétimo habla de la persecución de Sevilla, y de alguna tentación, que el demonio fraguaba contra algún religioso, y advierte, que Patillas (así llama al demonio) podrá ser que vuelva vencido, donde está buscando el engañar, y vencer; y es cierto, que por la gracia divina, sus batallas ayudándonos Dios han de ser nuestras vitorias, y sus tentaciones nuestras coronas; y así no hay sino animarse los atribulados, y tentados, y pensar en la resistencia, y ponerse humildes delante de Dios, resistiendo, y pidiendo, y orando; porque no hay que temer a un enemigo, que sólo es poderoso si le ayudamos, y no puede vencernos, si no queremos ser dél arrastrados, y vencidos.

20. En el número nono habla de una religiosa, que debió de padecer algunas imaginaciones, y ella puede ser que tuviese por revelaciones; y dice discretamente la Santa, como tan grande maestra de espíritu: Que será menester hacerla comer carne algunos días, porque tal vez procede de la debilidad de la cabeza, más que no de la del corazón, el padecer este género de engaños.
Pareciome muy bien lo que dijo un varón docto, oyendo grandes revelaciones de una beata, que ella decía de sí, que la llevaban por acá, y por acullá por esos aires. A todo esto sólo respondía: Fuerte imaginación tenía esa señora. Porque verdaderamente este género de cosas están muy sujetas a la imaginación, y las imaginaciones muy sujetas, cuando Dios lo permite al demonio; y tal vez puede ser que no sea aquella revelación del demonio, sino de su misma imaginación.



21. Casi el mismo remedio le da en el número décimo a otra religiosa, que le quiten el ayunar. Raro médico espiritual, y doctísimo fue santa Teresa. Porque escribiendo al padre Gracián, estando en la Andalucía, y la Santa en Castilla la Vieja, sin poder tomar el pulso, ni mirar el rostro al enfermo, solo por relación en ausencia, como grandísimo físico, con tan grande primor, y acierto curaba las dolencias del espíritu.

22. Y no deja de ser notable el modo de curación; porque los médicos lo más comúnmente curan con la dieta, y la abstinencia; pero la Santa daba por remedio la comida; y esto nace de la diferencia de los enfermos. Cuando se cura a abstinentes, es su remedio la comida; y cuando se cura a glotones, es su remedio la abstinencia.

23. Y porque las notas permiten grandes llanezas, y menudencias, viene a propósito aquí una cosa bien graciosa, que sucedió a la Santa con una de sus hijas, imitadora de sus virtudes, y gracias, la cual era grande ayunadora, y mandando la Santa a las hermanas, en un día muy festivo, que almorzasen, se defendía de almorzar como las otras esta religiosa; y llamándola la Santa, le dijo: ¿Que por qué no almorzaba como las demás? Ella hizo sus réplicas con grande humildad; a lo cual la Santa [125] le dijo: Vaya, vaya, y cómase por Dios, y la obediencia un torrezno. Y la religiosa entonces: ¡Ay madre!; ¿obediencia, Dios, y torrezno? Con muy grande voluntad. Como si dijera: Agradar a Dios, y merecer, y sustentarme mereciendo, ¿qué más puedo desear? En todo ganan los siervos de Dios, en comer, en beber, en recrearse. Por eso dijo el Apóstol, que a los justos, omnia cooperantur in bonum (Rom. 8, vers. 28).


24. El número décimo todo es de negocios: y nos hemos dilatado tanto en las notas de los números antecedentes, que hemos menester recoger el discurso, y aun la devoción a la Santa, que principalmente nos gobierna, para no pasar de lo preciso, a lo que no es necesario

lunes, 9 de marzo de 2009

DECIMA LAMENTACION


De los diez pecados y maldades de los Atheistas: en que se suman las abominaciones de todos los pecadores. Y de los diez errores que siembran, adonde se reduzen todas las heregias que ha avido, ay, y puede aver: con que se declaran los diez cuernos de la bestia del Apocalipsi, cuyas siete cabeças hemos escrito, y se da fin a estas diez lamentaciones.

Llorado hemos las siete cabeças de la bestia, que son siete maneras de Atheistas. Digamos agora de los diez cuernos, que son diez abominaciones, y diez pecados, los mayores que entre todos los pecadores se usan: y son cabeça y principio de otros muchos vicios. Que assi como Dios es principio y fin de todo el bien, y es fuente de toda la bondad y universal Señor de todo lo criado: assi estos Atheistas (como son los mas malos hombres del mundo) en su Atheismo encierran el principio y fin de todos los pecados y abominaciones: y sus errores son lo sumo y principio de todas las heregias.

La primera de sus abominaciones, es el abhorrecimiento de Dios: pues de tal manera le abhorrecen, que niegan que aya Dios, o su divinidad. Que assi como el amor de Dios es principio de todas las virtudes, y el mandamiento de amar a Dios, es el mayor y primero de todos los mandamientos, y todas las perficiones tienen por fin el divino amor: assi en el aborrecimiento de Dios, (en que todos los Atheistas convienen) se encierran todas las abominaciones, que pensar se pueden.

Blasfeman estos a Dios: y pues el pecado de quien blasfemare contra el espiritu Santo, no se perdona en este mundo, ni en el otro (como el Señor dize.) Que esperança puede aver de remedio y conversion del alma que llega a ser Atheista?

Aunque parece que la luxuria no sea de los mayores pecados, son tan fuertes los niervos y lazos con que enrreda, los miserables Atheistas, que llega el Atheista a ser un Leviathan.

Los antiguos Padres del yermo llamavan a la gula Castrimagia: como quien dize, Capitana de todos los vicios: y assi como el primer pecado del mundo, fue comer de una mançana vedada, de donde nacio toda la corrupcion de la humana naturaleza, assi de la gula destos, y de su embriaguez les nace la sensualidad, y los demas vicios.

La desobediencia y rebeldia, que estos Atheistas profesan, rompe el yugo y ataduras que el alma avia de tener a la divina voluntad, y rompido este yugo en los que dizen, no serviam, que se espera sino yrle despeñando en todo el mal que ymaginar se puede?

La sobervia destos es como de Lucifer; y pues hizo caer del cielo a los Angeles (siendo los que eran) y los bolvio abominables Demonios del infierno, que no hara en almas tan perdidas? que no solo quieren subir al cielo, è ygualarse a Dios, sino que quieren hazerse legisladores de la divina ley, y llegan a tanta sobervia que se llaman Dios, como diximos de los Libertinos.

El principio y rayz de todos los males, dize el Espiritu Santo, que es la Avaricia; esta en los Politicos, y en muchos de los otros Atheistas està en sumo grado: y al mismo passo andan los demas vicios. Con razon se llama malicia la dobleza del coraçon, malas entrañas, cautelas, y semejante ponçoña. Porque este nombre malicia, es la nata, la suma, y la quinta esencia de todas las maldades y abominaciones. Y en ningun pecador esta en tan alto grado como en estos desventurados Atheistas, tan engañados en ella, que todo su estudio ponen en engañar y pervertir a otros, como se vee que hazen los Libertinos, y Perfectistas, de quien hemos hablado.

No enbalde el redemptor del mundo en tantos lugares de la sagrada escritura reprehende la hypocrisia de los Phariseos; porque es como capa de todos los pecados, heregias y abominaciones, y haze las almas incorregibles, engañosas, fingidas y llenas de todo mal, con apariencia de bien: que es el sumo mal, a que se puede llegar en este mundo.

Finalmente la dureza de coraçon, que es la basa de piedra adonde llegò aquella cantara, (de quien habla Zacharias) que salia, y metio dentro de si el talento de plomo, y la llevaron las dos mugeres de alas de Milano, es lo ultimo adonde llega el pecador; que sale de la gracia, y se llena de maldades, y se dexa llevar de la avaricia y deshonestidad hasta la dureza de coraçon.






De los 10. errores de los Atheistas

Los errores de los otros hereges son mas particulares, mas los diez, en que todos los Atheistas (por la mayor parte) estan engañados son diez cuernos de la bestia, de tanto perjuyzio; que cada uno dellos de por si es principio de inumerables errores, y heregias de todos los hereges que ay, y ha avido, y puede aver.

Dizen lo primero: que no ay Dios. Pues que error no se sigue deste abominable desatino? que no ha avido nacion tan barbara, que no haga reverencia a su Dios. Hasta las criaturas irracionales reconocen tener criador solos estos llegan a tan desatinado principio.

Dizen que el alma no es immortal, y que no ay mas de nacer y morir como bestias. Con esto abren puerta a todos los errores de los hereges, y malos hombres, que aborrecen toda la virtud: y quitan el temor de Dios, que es freno que les avia de detener de sus abominables costumbres.

Ponen por ultimo fin del hombre la sensualidad, y apetito, como hazia Epicureo: y assi quitan el govierno de la razon natural, y hazen a los hombres bestias, abriendo puerta a todos los errores bestiales, que ay, ha avido, y avra.

No se si se puede aver ymaginado error de mayor desatino, y mas perjudicial, que decir.

Ser aquella la verdadera ley y fee, que a cada uno le viene en su coraçon. Con este error se quitan todas las fees, y todas las leyes, y el hombre miserable, è ignorante se quiere hazer fundador y legislador, que es proprio officio de Dios. Y si no es possible que dos contradictorias sean verdaderas, diziendo el uno, que en su ley se salvan, y el otro que en la contraria, a que confusion vendria el mundo, si esso fuesse verdad?

El dezir que aquel es el verdadero sentido de la sagrada escritura, que Dios da a cada uno en su espiritu: y declararla segun su entendimiento no haziendo caso de las declaraciones de la Iglesia, y de los sagrados Doctores, ha sido la puerta de todos los hereges, y de todas las heregias: porque quitan la palabra de Dios, en que se funda la fee y buenas costumbres.

No es menos error dezir que el alma es impecable, ni se puede ymaginar mayor disparate. Pues assi como vemos por los ojos, que el sol tiene luz, el fuego quema &. vemos que los hombres matan, adulteran &- y esso bien se vee que es malo y pecado. Y si todas las naturalezas criadas consiguen su fin, y hazen aquello, para lo que Dios los ordenò, y solo el hombre siente dificultad en vivir conforme a la razon (siendo racional) claro esta, que su naturaleza esta corrumpida, y nacio con pecado original.

El error de dezir, que ninguna ley aya verdadera, ni en que se puede el hombre salvar, es hazer los hombres sin ley y razon: guardando las bestias su ley natural en que Dios las criò.

No menos error es, affirmar que todas las leyes son buenas y santas; y en que cualquiera se pueden los hombres salvar. Porque siendo una contraria a otra: y diziendo la de Christo, que en la de Mahoma no se salvara el Moro, si la de Mahoma fuesse verdadera, ya la de Christo seria falsa y mentirosa, y la falsedad y mentira nunca es buena.

El error que se govierne cada uno por razon de estado, no es menor que los que arriba hemos dicho. Porque es hazer a la criatura ultimo fin, y a Dios medio para conseguirle, y pervertir todo el orden de la naturaleza.

Y finalmente dezir, que no ay infierno ni juyzio, &. Y quitar el temor que reprime a los hombres de sus malas obras, es hazerlos peores que bestias pues los caballos, perros y otros animales por temor del castigo se dexan gobernar, y se apartan de mal, y hazen lo que deven.

He contado estos diez cuernos de las diez gravissimas abominaciones, è intolerables errores que se hallan en los Atheistas por estos fines. El primero para recopilar en esta lamentacion, lo que he dicho de los Atheistas blasfemos, sensuales, libertinos, espirituales, hypocritas, politicos y Christianos desalmados, El segundo, para que se entienda, que en estos se encierra toda la maldad y ceguedad que se puede hallar en el mundo, y estos son la sentina y abismo de todos los pecadores, y hereges.

El tercero, para que se entienda, que es tiempo perdido, y afrenta de buenos entendimientos querer disputar, ni razonar contra estos: porque niegan los principios de todas las razones. Niegan a Dios y a la sagrada escritura, y a todos los Santos y Doctores: y a la misma luz y razon natural.

Pues que armas quedan? ni que principios para podellas convencer por razon?
Y que honrra ni provecho puede ganar quien con ellos se detiene en disputas?
sino tratallos como a bestias, y hazer el caso dellos que se haze de los irracionales, y bolverse el alma a Dios pidiendole, que in chamo &.
freno maxillas eorum constringat, y llorar su desventura, y que (pues el solo fin ayuda de ninguna criatura criò sus animas racionales) el torne a sus entendimientos el uso de la razon, y libre su Iglesia de tanto daño dandonos a todos luz, para que acertemos a servirle como conviene.

jueves, 12 de febrero de 2009

Un momento para orar con el P. Jerónimo Gracián

El que quisiere ir camino derecho a la gloria y en esta vida a la perfección, no siga otros pasos que los de Cristo Jesús. El que desee aprender verdadera doctrina, atienda a la que el Señor nos enseñó en obras y palabras; y quien quisiere para su alma vida de gracia, de espíritu y de gloria, imite lo más que pudiere en obras, palabras y pensamientos la vida de Cristo, en quien está la fuente de la vida.


Si deseas encomendar una necesidad a la intercesión del P. Jerónimo Gracián lo puedes hacer con la siguiente oración:


Padre Santo que elegiste a tu siervo Jerónimo Gracián para transmitir el carisma teresiano y promover la vida misionera de tu Iglesia. Concédeme por su intercesión la gracia que confiadamente te suplico (pídase la gracia).
Rezar Padrenuestro, Avemaria y Gloria

lunes, 2 de febrero de 2009

En las manos de Dios

El 4 de octubre de 1582, habiendo transcurrido un año y 7 meses desde que Jerónimo Gracián fuera elegido Primer Provincial de los Descalzos Carmelitas, Teresa de Jesús entregaba su alma a Dios en el monasterio de Alba de Tormes. P. Gracián recibió la noticia de su fallecimiento estando en las Carmelitas Descalzas de Beas de Segura, monasterio en el que se habían encontrado por vez primera en la primavera de 1575.


Muchas cosas importantes habían pasado desde aquella primavera. Dios había unido en un destino común a Teresa de Jesús con Jerónimo Gracián, para llevar adelante la empresa fundacional que Teresa emprendiera por mandato de Dios un 24 de agosto de 1562. Es Teresa misma quien nos narra este acontecimiento de vital importancia para el Carmelo Descalzo:


“Año de 1575 en el mes de abril, estando yo en la fundación de Beas, acertó a venir allí el Maestro fray Jerónimo de la Madre de Dios Gracián, y habiéndome yo confesado con él algunas veces, aunque no teniéndole en el lugar que a otros confesores había tenido para del todo gobernarme por él, estando un día comiendo sin ningún recogimiento interior, se comenzó mi alma a suspender y recoger de suerte que pensé me quería venir algún arrobamiento, y representóseme esta visión con la brevedad ordinaria, que es como un relámpago.


Parecióme que estaba junto a mi nuestro Señor Jesucristo de la forma que Su Majestad se me suele representar, y hacia el lado derecho estaba el mismo maestro Gracián y yo al izquierdo. Tomónos el Señor las manos derechas y juntólas y díjome que éste quería tomase en su lugar mientras viviese, y que entrambos nos conformásemos en todo, porque convenía así.”


Y el 23 de mayo de aquel 1575, estando en la ermita de Santa Ana de la ciudad de Ecija, camino a la fundación de Sevilla, Teresa promete hacer todo cuanto me dijese [el P. Gracián] por toda la vida… en fin tenerle en lugar de Dios interior y exteriormente… y ya que este voto lo hacía por el Espíritu Santo obligado quedaba a darle luz para que me la diese.


Este es el inicio sobrenatural de una amistad que llenará el arco final de la existencia terrena de Teresa de Jesús.

martes, 20 de enero de 2009

Reconocer su inocencia



(continuación de Falsas acusaciones)

El padre Jerónimo recurrió a Roma en demanda de justicia, pero sus enemigos se le adelantaron obteniendo por medio de Felipe II que Clemente VIII confirmara la sentencia de expulsión. Pasados siete meses (junio- diciembre) sin conseguir resolver su caso, se dirigió a Nápoles, donde el Virrey no le quiso recibir por estar en desgracia de Felipe II.

Siguió su camino hasta Sicilia y acogido favorablemente por la señora del Virrey pudo desplegar su celo en un hospital (febrero-agosto). De vuelta para Roma cayó en poder de los turcos a la altura del golfo de Gaeta el 11 de octubre de 1593. Tras año y medio de cautividad, en la que demostró su caridad heroica y su celo apostólico arriesgando la vida por atender espiritual y materialmente a sus compañeros de desventura, fue rescatado por un mercader judío, llamado Simón, que le adelantó el capital necesario (a restituir con los intereses), el 11 de abril de
1595.

Reconocida su inocencia por la Congregación de Regulares, Clemente VIII le otorgó, con fecha 6 de marzo de 1596, un Breve por el que se le concedía regresar a la Orden “como si nunca hubiera sido expulsado”; pero, ante la resistencia de algunos Descalzos a admitirlo de nuevo, el mismo Papa le recomendó vivae vocis oraculo que, por amor a la paz, vistiese el hábito de Calzado. Y en él vivió hasta su muerte acaecida el 21 de septiembre de 1614, después de haber trabajado en Roma hasta 1600, en España hasta 1607 y en Bélgica hasta el fin de sus días.

sábado, 17 de enero de 2009

Falsas acusaciones



Al movimiento de entusiasmo religioso puesto en marcha por Teresa de Jesús se asociaron personas de tendencias rigoristas y eremíticas que no acabaron de asimilar la novedad del carisma de la Madre Fundadora.
Mientras el padre Gracián estuvo al frente de los Descalzos, los fautores del rigorismo mostraron incluso públicamente su descontento y disconformidad con el estilo de vida y de gobierno del Provincial. Al llegar ellos al poder con el padre Doria en 1585, iniciaron una labor de "reforma" de la Orden para acomodarla a su estilo.



Gracián les pareció un obstáculo insuperable en su camino y no hallaron otra solución que deshacerse de él, llegando a pronunciar una sentencia de expulsión que no llevaba garantía alguna de justicia. La historiografía oficial del siglo XVII tomó posición a favor del padre Doria y de sus colaboradores y para justificar tan ruidosa sentencia no tuvo inconveniente en falsificar hechos y documentos.



Gracián fue expulsado de la Orden por su "doctrina y costumbres", es decir, por ser quien era; los cronistas añadieron luego que la expulsión se debió a que se había alejado del ideal de Teresa (ya canonizada), y de Juan de la Cruz (camino de serlo), y empañaron su figura con acusaciones falsas y calumniosas que han ido transmitiéndose de unos autores a otros hasta nuestros días.

martes, 6 de enero de 2009

NOVENA LAMENTACION



De las siete causas y rayzes del Atheismo, y de los siete daños y estragos que del
se siguen.

Como el Atheismo es el sumo mal y abominacion del mundo, assi tiene las causas, rayzes y fuentes peores que los demas pecados y heregias. Y en honrra de la divina piedra Christo Jesus, de donde nos viene todo bien, que tiene siete ojos (de los siete dones del Espiritu Santo) quiero yr concluyendo esta obra llorando en esta lamentacion siete rayzes, principios y causas, y siete daños del Atheismo.

Los otros pecados y heregias nacen de la tentacion de alguno de los tres enemigos, Diablo, Mundo, y Carne, mas para sembrar el Atheismo, todos tres se juntan, todos obran, y tienen mano en esta abominacion. El demonio es principal padre de los Atheistas blasfemos, y de los Ypocritas, y de los Atheistas espirituales, engañados con illusiones diabolicas. El mundo da principios a los Libertinos y Politicos. La Carne a los sensuales, y deshonestos, y todos tres juntos ygualmente labran en los Atheistas Christianos, sin que se aparte el un enemigo del otro.

Los demas pecados, unos nacen de ignorancia, otros de passion, y otros de malicia: mas en el Atheismo se haze una trença de todas tres cuerdas, ignorancia, passion y malicia, quae difficile rumpitur. Que mayor ignorancia, que negar que ay Dios &? Que mas desenfrenada passion que (por seguir sus apetitos) negar la providencia de Dios? Y que mas endemoniada malicia, que levantarse, y querer echar del mundo a su Criador? como hazen los Atheistas de la primera classe, y assi en los demas Atheismos: que si bien se mira en cada uno ay ignorancia, passion, y malicia.

Quicquid est in mundo, aut est concupiscentia carnis, aut concupiscientia oculorum, aut superbia vitae. (Dize S. Juan) dando a entender que algunos destos pecados soberbia, luxuria, y avaricia se hallan en algunos pecadores, y acontece reynar unos en unos, y otros en otros. Que ya vemos hombre sensual humilde, y algun avariento casto, y algun soberbio liberal: mas los Atheistas (por la mayor parte) todos son sobervios, avarientos, y deshonestos: y la razon desto es, por que assi como en el centro convienen, y se comunican, y juntan todas las lineas, que en la circumferencia eran diversas y apartadas, assi tambien (como el Atheismo es el centro, el fin, el pielago y la mar donde entran todos los pecados.) el Atheista participa de todos ellos. Por lo qual advierto, que no se engañe, quien leyere este libro, pensando que no se haze buena division de Atheismos en siete generos: pues que el Libertino (pongamos caso en este) es sobervio, sensual, y avariento; y lo mismo el hypocrita y politico, y los demas. Que para hazer estas siete especies de Atheistas, no los diferenciamos por los vicios y peccados que se hallan en unos, y no en otros, sino por el peccado que mas predomina en cada uno, como hemos dicho de las virtudes de los Angeles.

La quarta causa y rayz del Atheismo es la misma doctrina heretica de Luthero y sus sequaces. Que como enseñan que cada uno siga su proprio espiritu, y no haga caso de ningun Author, (por Santo que sea) viene el Lutherano, o Calvinista (despues que por seguir la secta Lutherana, se ha apartado de la Iglesia Catholica) a dezir pues dexo a San Augustin, y a San Geronymo, y los demas Santos (de cuya Santidad leo en tantas historias) por seguir mi libertad, y el sentido de la sagrada escritura que me diere gusto, porque me tengo de sujetar a Luthero y Calvino borrachos y deshonestos? &. Y assi dexa todas las heregias particulares, y desciende al profundo del Atheismo.

La quinta rayz de los Atheistas es, ver las dissensiones y controversias, que en lo essencial de la fee se hallan entre los mismos hereges de nuestros tiempos. Que unos son contrarios a otros: Luthero pelea contra Calvino, y Calvino contra Luthero &. De aqui toma ocasion el herege (que no quiere bolverse a sujetar a la Iglesia Catholica) para hazerse Atheista, y vivir sin ninguna fee ni ley. Bien se ha visto esto en nuestros dias: pues de las contiendas tan reñidas entre Francisco Gomar, y Jacobo de Arminio y sus discipulos, que todos eran Calvinistas, han nacido en Holanda (y cada dia nacen) nuevas sectas que ya no ay como los llamar, ni tienen mejor nombre que Atheistas.

La sexta rayz de los Atheistas es, el mal exemplo que veen en la vida y costumbres de algunos Catholicos: que juzgandolos por Politicos y Atheistas, toman de alli motivo, para dar en el Atheismo.

Finalmente la 7. Y ultima rayz de los Atheistas es, la remission, blandura, y el afloxar en el castigo y destruycion de los hereges, que avian de executar con rigor los Principes Catholicos, o en faltar a muchos (especialmente a gente rustica è ignorante) la doctrina y luz de la verdadera fee Catholica. Que como los hereges se veen sin castigo, ni quien les reprima su insolencia, vienen de mal en peor a endurecerse en las heregias hasta llegar al Atheismo, y lo mismo es en la falta de doctrina, como llorava pocos dias ha un viejo en Dordrecht de Holanda: diziendo que como avia el de tener fee, pues nadie le avia enseñado doctrina verdadera? y las doctrinas que oia en su tierra, eran tan contrarias a la razon, y tan diferentes y encontradas unas de otras que a todas tenia por fabulosas.

Si quisieramos particularizar estas siete rayzes del Atheismo, y contar historias, y successos que han acaecido, y cada dia acaecen en Holanda y Alemaña, fuera nunca acabar. Y aunque parece que ay otras muchas causas del Atheismo (como la costumbre de mudar los pueblos la fee, quando se muda el Principe que les govierna, y assi estar sin ninguna, hechos Atheistas hypocritas) todas ellas se reducen a las siete que hemos contado; de donde nacen las blasfemias, torpezas, libertad, malicia, hypocresia, avaricia y dureza de coraçon, que son los siete caños, por donde mana esta abominable agua del rio Eufratas de Babilonia, que es el Atheismo.



De los siete daños del Atheismo

Para llorar los daños y estragos, que el Atheismo ha hecho, y puede hazer en los tiempos de agora (si Dios no lo remedia) sera menester pedir nuevas lagrymas, y nueva gracia y favor, quiero los sumar en siete, y apuntarlos en breves palabras, porque tenga mas tiempo el que esto leyere, de llorar y lamentarse de tanta miseria y desventura.

El primer daño de esta abominacion es, el que haze y puede hazer en las Indias sujetas a los Reyes de España: pervirtiendo las almas de aquellos miserables Gentiles, para que de todo punto queden sin remedio, predicanles agudissimamente contra la Idolatria, llamandonos a los Catholicos Idolatras, por la adoracion de las Imagines, persuadenles que les enseñan la verdadera fee de Christo, fingiendose verdaderos Christianos, y professores de la fee Catholica, è Iglesia reformada, abren puerta a sus passiones, sensualidad, y apetitos, prometiendoles seguridad de la vida eterna. Pues un pobre Gentil engañado con tan fuertes lazos del infierno, como querra oyr, ni creer la fee Catholica, que le enseña penitencia y aspereza de vida? especialmente que van en las naos de los Holandeses, Ingleses, y Alemanes, que tratan en las Indias desde el año de 1591. y antes, muchos Ministros de Satanas, enseñados a predicar contra la fee verdadera, con fin de apartar los animos de aquella Gentilidad de la benevolencia de los Reyes Catholicos, movidos con solo interes y falsa razon de estado. Y como salgan con esta su pretension de apartarles de nuestra fee, y obediencia, y benevolencia a nuestros Reyes les enseñaran y permitiran qualquiera ley que a los Gentiles diere gusto, y este es el Atheismo verdadero. Quisiera para claridad desto contar lo que refirio el año passado en Amberes un Ministro, que aviendo sido muchos años Anabaptista, avia llegado ya al Atheismo, y predico mucho tiempo en la Isla de Madagasar, que vulgarmente llaman de S. Lorenzo, y sabia la lengua de aquellos Indios, mejor que la natural suya, que quien le oyera, quedara espantado del gran daño que dexo hecho sembrando el Atheismo.

El segundo daño del Atheismo es en los mismos hereges, Moros y Judios, assi en muchos que caen en estas heregias de nuestros tiempos (y todas ellas van mezcladas de Atheismo) como en los que siendo, ya hereges, y cayendo en la cuenta, que la secta que seguian de Luthero, o Calvino, &. no es verdadera en lugar de bolverse a la fee Catholica, caen en el Atheismo, como le veen seguido de tantos, assi hereges como Catholicos, y con esto se endurecen de tal suerte, que se buelvan inconvertibiles a la verdadera fee, sino diganlo los Judios que moran en Amstredam, donde les han hecho Synagoga, que los mas dellos son Atheistas, aunque en lo exterior sigan el rito Judaico.

El tercer daño es en los Catholicos que viven mal, y de ordinario en pecado: que como se veen tan llenos del espiritu de su Carne, toman la libertad del Atheismo por cubertura de su malicia, y resbalanse al Atheismo, especialmente en el Atheismo de los que hemos llamado Atheistas hypocritas.

El 4. daño se haze en los buenos Christianos, que andan llenos de temores, y a peligro de juyzios temerarios, teniendo por Atheistas a los que los rigen y goviernan, como les veen tan codiciosos de hazienda, y tan metidos en su razon de estado. Y como saben que el Atheismo de los hypocritas y Politicos ha crecido tanto en el mundo, temen (y aun juzgan) que sus mayores se ayan ensuziado en el.

El quinto daño se haze en los Sacramentos. Porque estos Atheistas (especialmente los Christianos desalmados, y los Atheistas hypocritas) los reciben en mal estado, y comulgan fingidamente.

El sexto es, que destruyen los Atheistas todas las virtudes, todo el servicio de Dios, y todas las sciencias verdaderas. Porque quitan el temor, negando infierno y Juyzio divino, desenfrenan la avaricia, rayz de todos males, hinchen el mundo de sobervia, hypocresia, y blasfemias: al fin (si bien se miran) los vicios y pecados destos Atheistas, son la rayz de todas las maldades y abominaciones del mundo.

Finalmente, el mayor daño y mal del Atheismo es, ser irremediable. Porque contra qualquier herege se puede disputar, mas contra los Atheistas no se puede arguyr, que ni aprovecha contra ellos la Theologia ni las demas sciencias: pues niegan los principios de todas ellas, y como dizen los Logicos, Contra negantes principia non est arguendum. Mas que no negaran los que no conceden que ay Dios en el mundo? y si por rigor y castigo los queremos deshazer, encubrense con la hypocresia, y assi no hallamos ningun Atheista (de los muchos que sabemos andan mezclados entre Catholicos) a quien poder convencer ni castigar. De aqui es, y con esto concluyo, que aunque he contado todos estos siete Atheismos, no ha sido, ni es mi intento arguyr contra ellos, ni escrivir controversias, sino descubrir tan mortal llaga, para dar motivo a los que esto leyeren, que lloren y lamenten el miserable estado en que estamos, y pidan a Dios (que es el único remedio) se apiade de su Iglesia, y de tantas almas, como se pierden por quien derramò su sangre, y por el camino que el sabe, reduzga las que tan descaminadas andan al verdadero camino de la bienaventurança.